La Policía Nacional detuvo la semana pasada a un marroquí de 34 años que pretendía embarcar en el puerto de Melilla rumbo a Málaga con 177 bellotas de hachís en el estómago. Sus muestras de nerviosismo y sudoración le delataron en el control de seguridad de la estación marítima, donde fue detenido como presunto autor de un delito contra la salud pública. Según informó ayer la Jefatura Superior de Policía en una nota de prensa, los hechos sucedieron a las 23.30 horas del pasado miércoles cuando los agentes de la Brigada de Respuesta a la Inmigración Clandestina (BRIC), de servicio en el control documental del embarque peatonal con destino a Málaga, con la colaboración de policías de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (UDYCO), que se encontraban en el lugar realizando pesquisas sobre posibles pasadores de estupefacientes, sospecharon de la actitud de un pasajero.
Al pasar por la cabina de control, el viajero mostró síntomas de sudoración y nerviosismo, por lo que se le preguntó si había ingerido algún tipo de sustancia estupefaciente, a lo que respondió espontáneamente que se había tragado alrededor de 1.000 gramos de hachís.
Los agentes le ofrecieron la posibilidad de realizarle un examen radiológico, aceptando el individuo. En la radiografía de su tracto gastrointestinal se detectaron numerosos cuerpos extraños con forma de bellota.
El viajero, un marroquí de 34 años de edad, fue inmediatamente detenido como presunto autor de un delito contra la salud pública, siendo traslado a dependencias policiales.
La Unidad de Drogas y Crimen Organizado (UDYCO) de esta Jefatura se hizo cargo de las investigaciones posteriores. En las 48 horas siguientes el detenido ha expulsado un total de 177 bellotas de hachís, con un peso bruto total de 1.600 gramos. Los agentes han manifestado que, en estos últimos años en que han investigado este procedimiento de tráfico de drogas, este es el caso en el que un individuo ha ingerido mayor número de bellotas.
El detenido, que cuenta con antecedentes por tráfico de drogas, ha sido puesto a disposición del Juzgado de Instrucción número 2 de Melilla. La sustancia estupefaciente es remitida al Área de Sanidad de la Delegación del Gobierno para su análisis y posterior destrucción.
