El can falleció el pasado domingo 14 de noviembre por una parálisis respiratoria cuando el servicio de recogida de animales lo trasladó al Centro de Observación tras morder al perro de un vecino que paseaba por la zona e inmediatamente entrar en coma.
La Consejería de Salud Pública pide a todo aquel ciudadano que haya sido mordido o haya tenido “contacto salival” con dicho perro que se persone en las dependencias de la Dirección General de Salud Pública y Consumo para iniciar el tratamiento de curación en caso de que fuera necesario, ya que es una enfermedad que puede ser “mortal”.
Asimismo, recuerda que es “muy importante” no tocar, alimentar ni recoger animales vagabundos “aparentemente enfermos” en la calle y recuerda que la vacuna antirrábica anual es “obligatoria” y “gratuita” en la ciudad para perros, gatos y hurones con más de tres meses de edad.