17 de los nuevos puntos de control de velocidad son fijos y 7 de tramo.
Durante un mes los nuevos radares avisarán de la infracción cometida y pasado el mes comenzarán a denunciar. En 2025 se continuará con la instalación de 122 nuevos puntos de control de velocidad. Muchos conductores se quejan del afán recaudatorio de la DGT y creen que este organismo y el Gobierno deberían centrarse en mejorar los muchos puntos negros existentes en España.
La DGT, para justificar la implantación de estos nuevos radares, argumenta que la velocidad inadecuada sigue estando presente como factor concurrente en el 21% de los siniestros mortales.
El pasado 22 de enero, el ministro del Interior, Fernando Grande -Marlaska, anunció la puesta en marcha de los nuevos radares.
La ubicación de estos 24 primeros radares afecta al norte, este y sur de la Península, más concretamente a las provincias de A Coruña, Asturias, Lugo, Ourense, Pontevedra, Almería, Málaga, Granada y en el Levante en Alicante y Valencia.
Estos nuevos puntos de control de velocidad están señalizados en la carretera, publicados en la página web de la DGT y sus ubicaciones puestas a disposición de los operadores para que los incluyan en sus navegadores.
Durante un mes, los conductores que circulen a una velocidad superior a la permitida por las carreteras donde están ubicados estos nuevos radares, recibirán una carta informativa advirtiéndoles de que han sido captados por un radar con el exceso de velocidad. A partir del mes el conductor que supere la velocidad será sancionado y recibirá una multa con el importe correspondiente.
20 AÑOS DEL PRIMER PLAN DE RADARES
En 2025 se cumplen dos décadas de la llegada del primer plan de radares fijos y esta medida junto con otras adoptadas han ayudado, según la DGT, a la reducción en estos años de un 75 por ciento del número de víctimas mortales.
Revientan uno de los 24 nuevos radares blindados de la DGT
Hace sólo unos días que la Dirección General de Tráfico anunció el despliegue de 24 nuevos radares de carretera entre fijos y de tramo. Estos nuevos equipos se suman a los más de 2.200 que la DGT tiene distribuidos por la geografía española.
Los radares son extremadamente impopulares entre los conductores, lo que provoca que algunos se tomen la justicia por su mano y los destrocen.
Vandalismo habitual
Los actos vandálicos son especialmente frecuentes contra los equipos fijos, por lo que la DGT hace años que optó por licitar la compra de radares fijos con cajas blindadas. Para hacernos una idea se trata de cajas que superan los 20.000 euros, a lo que hay que sumar los 40.000 euros del velocímetro y la cámara que van en el interior.
Para evitar actos vandálicos, los radares están colocados a dos metros del suelo. Las cajas son de acero de alta resistencia, con tornillería de aluminio y ventanas con cristales blindados de 23 milímetros de grosor.
Cristal de seguridad
Las cajas de los nuevos radares están climatizadas para evitar que se recalienten en verano o se hielen en invierno y disponen de conexión wifi, Bluetooth y paneles solares, para poder funcionar de forma autónoma.
Nada de esto ha servido para que los vecinos de Almería hayan destrozado el radar del Mamí, ubicado en la AL-3117, reventando literalmente los cristales de medición que usa la cámara y el velocímetro.
Hace tiempo que la DGT ha detectado también actos vandálicos que directamente han cortado el mástil sobre el que se coloca la caja radar, hechos que también han sucedido en el Reino Unido, Italia y Francia.