La Guardia Civil de Melilla ha aprendido uno de los mayores alijos de droga de los últimos años después de la localización este viernes, sobre las seis de la mañana, de una batea en el puerto de Melilla donde se escondía media tonelada de hachís, aunque el pesado oficial aún no ha trascendido.
Según han informado a MELILLA HOY fuentes policiales, la aprehensión forma parte de una investigación que aún está abierta y que pretende dar con la persona o personas responsables de haber introducido la droga en una batea que en principio estaba destinada para trasladar papel y cartón usado para su reciclaje en la península, mediante un buque de transporte de mercancías.
El contenido de las pesquisas que lleva a cabo el Instituto Armado no se conoce porque la causa está bajo supervisión judicial, motivo por el que la Comandancia de la Guardia Civil no dio ayer detalles de esta operación, una de las más importantes del narcotráfico en la ciudad.