La U.D. Melilla dio un inesperado paso atrás en la matinal de ayer domingo en el Estadio Municipal Álvarez Claro, donde sucumbió por 1-3 ante un Córdoba B muy bien plantado y al que nunca supo ‘hincarle el diente’ para intentar hacerle daño, excepto en los instantes finales con un tardío penalti convertido por David Sánchez. Los melillenses completaron el peor encuentro que han ofrecido en este inicio de Liga, mostrándose vulnerables en defensa, posición en la que volvieron a cometer numerosos regalos que aprovechó el filial andaluz a la perfección. Además, la Unión Deportiva adoleció de centro del campo, circunstancia que aprovechó su rival para hacerse fuerte y montar letales ‘contras’ para sentenciar el choque al descanso.
Los melillenses completaron el peor encuentro que han ofrecido en este inicio de Liga, mostrándose vulnerables en defensa, posición en la que volvieron a cometer numerosos regalos que aprovechó el filial andaluz a la perfección. Además, la Unión Deportiva adoleció de centro del campo, circunstancia que aprovechó su rival para hacerse fuerte y montar letales ‘contras’ para sentenciar el choque al descanso.
Nefasta primera mitad
El primer tiempo fue nefasto para la U.D. Melilla, pese a que comenzó my bien, con gran intensidad en los primeros quince minutos, en los que incluso puso adelantarse en el marcador, pues al minuto de juego un centro de Amarito por la banda izquierdo lo remató Chota en la boca de gol, con despeje final del meta Jon Villanueva, a córner.
Sin embargo, el filial andaluz hizo mucho daño a la contra y a los catorce minutos dio el primero aviso claro, al ganarle en velocidad a Amarito, se plantó sólo ante Álvaro, pero finalmente Richi se cruzó y despejó a córner.
Los locales volvieron a disponer de otra gran oportunidad, a los diecisiete minutos, en un pase de David Sánchez sobre Chota, pero el remate de éste salió fuera, bastante flojo.
Fue entonces, cuando el Melilla se diluyó ante un Córdoba B bien plantado y que en velocidad hizo mucho daño, apoyado por los errores defensivos de los azulinos que de nuevo le pasaron factura. Además, el conjunto local adoleció de centro del campo y lo aprovechó el filial andaluz para marcar el 0-1. Juanfran se fue en velocidad, a los veintiséis minutos, y ante la salida del meta Álvaro le cruzó el balón de tiro raso y cruzado.
Fue un auténtico desconcierto de los melillenses en esta primera mitad, aunque pudo llegar la igualada a balón parado, dos minutos después, en un saque de esquina botado que Chota remató alto, por encima del larguero.
La sentencia al partido se veía venir ante el despropósito local, que optó por jugar muy directo, circunstancia que benefició a un Córdoba B muy bien plantado para que finalmente en el tiempo de la prolongación Toscana aprovechara un nuevo fallo defensivo y batiera de tiro cruzado y raso a Álvaro, acción en la que el meta tampoco estuvo afortunado.
Mejor en el segundo tiempo
En la reanudación, el Melilla salió en tromba con el claro objetivo de marcar pronto para intentar acortar distancias y al menos igualar el partido, pero el gol se le seguía resistiendo, ya que en los minutos iniciales dispuso de claras ocasiones para batir la meta visitante, aunque volvió a perdonar, ya que a los cincuenta minutos un saque en largo del portero Álvaro llegó a Pedro Conde y éste con todo a su favor mandó el cuero fuera. Dos minutos después, un saque de equina botado por David Sánchez se paseó por la línea de gol, tras un pequeño barullo en la meta cordobesa, y en el 53′ Guille Roldán, sólo ante el meta, disparó fuera.
El Melilla seguía dominando, pero la intensidad y la fuerza fue decreciendo ante un Córdoba B que se hacía muy fuerte en defensa y al que era difícil poder sorprender, máxime porque se anticipaba a todas las acciones de los melillenses, ya fuese por el centro o por las bandas.
El cuadro de Fernando Currás no arrojó la toalla y seguía insistiendo, aunque ya no llegó con claridad hasta la recta final, en una gran jugada de Braim, en el 81′, que se fue de dos defensores, pasó sobre Nacho Aznar y éste hizo lo propio sobre Chota, pero el remate de éste se marchó fuera, bastante alto.
El Melilla marca de penalti
La insitencia del Melilla tuvo su premio a cuatro minutos del final, cuando David Sánchez acortó distancias, tras un penalti claro cometido sobre Juanjo, que fue derribado dentro del área. El equipo de Fernando Currás aún creía en poder igualar el partido, metiendo al Córdoba en su área con balones al área, pero otro regalo local significó la sentencia definitiva al partido en una acción de Juanfran, ya que su remate pegó en Richi y Juanjo y el esférico se alojó en el fondo de las mallas.
