Por el camino que va el asunto, no me extraña. Pero éste mi ego, ante el cierre posible de una empresa melillense de verdad, es una nimiedad ante los puestos de trabajo que quedarían en el aire o los que pasarían a cargo de nuestras arcas estatales a través de la prestación por desempleo, todo ello por un cúmulo llegado hasta los ¿180.000 euros?…
No lo entiendo, pues sería cargar al Estado lo que debería pagar la Autonomía, si es que se debe hacer por derecho administrativo.
La causa del supuesto impago por parte de la administración económica de la Autonomía, no sabemos si es por imposibilidad económica o por voluntad política, cuestión esta última que no creo sea. De cualquier manera, no se entiende, pues se supone que cuando se publicita algo, es de común acuerdo entre dos partes, ahora bien, si es solo por voluntad empresarial cambiaría la interpretación de la obligatoriedad por parte de la Comunidad Autónoma.
Observada la falta de preguntas por parte de la oposición al respecto, y sin publicación periodística suficiente e indirecta sobre el tema, nos quedamos en dudas. Y sobre todo, nos extraña porque siendo la voluntad de la Ciudad el pagar a los empresarios melillenses para ayudar a éstos a salir de la crisis económica, no se entiende la causa del posible impago de tal deuda en la prolongación en el tiempo que, se da a conocer en la propia prensa. Yo mientras tanto, voy sacando la tinta del tintero, por si es el caso de que esta empresa cierre por falta de liquidez. Y siento de verdad que, otra vez, pueda volver a cerrar el decano periódico de Melilla, el que fue antes El Telegrama el Rif. Será, quizá, porque la vida es un telegrama… Pónganse de acuerdo, aclaren si hay un mal entendido o traspapelamiento, y siga el nombre y los puestos de trabajo, en la acción independiente. Un saludo a ambas partes.
