El día más bullicioso en el mercadillo del Sepes es sin duda el sábado y eso lo saben los propietarios de los distintos puestos y los clientes, pero también los "amigos de lo ajeno". Esa es la jornada que escogen los "rateros" (se aplica a la persona que roba con maña y habilidad cosas de poco valor) para dar sus golpes, a hombres y mujeres, pero sobre todo a estas últimos cuando tienen cualquier descuido y dejan el monedero o cualquier objeto de valor en el carrito o a la vista en el bolso. Mientras las mujeres buscan la mejor oferta, hay otros que aspiran a amargarles la jornada. No hay semana que no se produzca alguna incidencia de este tipo y algunos denuncian en Comisaría, sobre todo a quienes les roban sus documentos personales, y la mayoría opta por no realizar este trámite, en especial aquellos que sufren hurtos de otros elementos de valor que no sean los papeles.
Así las cosas, el sábado 15 de febrero una mujer que había acudido con su bebé en un carrito, dejó el monederos en el aparato de cuatro ruedas mientras rebuscaba en busca de una ganga, momento en el que se hicieron con dicho monedero. En él tenía además de algo de dinero, todos sus documentos personales, desde el DNI al carné de conducir, pasando por tarjetas de banco y sanitaria.
Interpuso la correspondiente denuncia en Comisaría y lo que más lamenta es, además de perder un dinero, tener que realizar los trámites para ir haciéndose de nuevo con sus documentos personales.
Pero este es solo un ejemplo de lo que puede ocurrirle a quienes vayan al mercadillo si no toman las precauciones básicas en lugares de gran afluencia de personas como es este lugar, empezando por no dejar monederos o carteras en carritos de bebé mientras se afana uno en busca de una camiseta de ocasión, porque esos segundos o minutos de descuido les pueden salir muy caros.
