Esta semana que ha terminado ha sido, en Moncloa, la del sofá político, como adelanto a lo que ayer de nuevo en tantos escenarios se ha vuelto a representar, el Tenorio y sus lances con Don Luís, el amor a Doña Inés y el arrepentimiento sincero para lograr el Cielo. Según nos enseñan en la erótica del poder todo vale, quienes ayer se odiaban,…
…hoy se suben al carro, sin remordimiento, aún sabiendo que no es que sean convidados de piedra sino que están más muertos que Don Gonzalo. Truco o trato. La unidad en los grandes temas de Estado no es que se descubra ahora es que nunca debió de haberse perdido. El pueblo sigue tomando nota pese a la velocidad con que todo se hace pensando en el 20 D. Mientras, S.M. el Rey, Don Felipe, quiere reafirmar a su hija mayor, la princesa Doña Leonor, en el papel fundamental de heredera, no solo desde el punto de vista monárquico sino constitucional. El otorgarle el Toisón de Oro cuando acaba de cumplir diez años de vida es algo más que imponerle un collar que a buen seguro aguardará un mejor momento, es simplemente reafirmar lo que la Ley de Leyes atribuye a la forma de Jefatura de Estado que los españoles se otorgaron allá por 1.978. Cuando soplan huracanes de ruptura aparece el mediador Real que vuelve a hacer buena la unidad como símbolo integrador y de progreso para todos mas allá de donde hayamos nacido o cual sean nuestras ideas o creencias. En España, el 1 de Noviembre, es más que una fiesta. Es el día en que vuelve a reafirmarse lo que por costumbre siempre se hizo, el externalizar el recuerdo a los que se fueron pero permanecerán vivos en nuestra memoria. Es cierto que hay quienes son partidarios de las visitas a los cementerios y los hay que se posicionan en contra. Razones de una y otra tendencia hay muchos y van desde el dolor o el olvido hasta el considerar que el alma al salir del cuerpo, ya está donde merece y no en este mundo. Un mundo que asiste atónito ante la visión de ese asteroide llamado gran calabaza que se aproxima a la tierra sin riesgo de colisión, eso dicen, o al comprobar desastres aéreos, el de nuestros militares que volaban en un helicóptero en cumplimiento de su deber o el del avión ruso estrellado en Egipto, con su incógnita de atentado terrorista. Descansen en paz. De nuevo en Melilla se abrirá al tráfico parte de la calle Carlos de Arellano, después del error de hacerla peatonal sin contar con la opinión de vecinos y sobre todo de comerciantes, los cuales ya están sufriendo pérdidas de hasta el 60 por ciento. Y damos la bienvenida al Reverendísimo Obispo de Málaga que está entre nosotros, solo pedirle D. Jesús, operarios para la mies de Melilla. Y como celebramos Todos los Santos vuelven las dulces tradiciones que no deben perderse, huesos y buñuelos para compartir disfrutando de una buena conversación. Ya sabe, lo propio, no copie y recuerde olores y sabores.
