Escribimos este texto en memoria de nuestro gran amigo Salomón, al cual siempre hemos admirado por tantos motivos que se nos hace complicado plasmarlos todos en este escrito. Lo que sí nos gustaría resaltar, es la gran persona y amigo que eras, y estamos seguros que todos los que te conocían, coinciden con nosotros.
El día que nos comunicaron tu pérdida fue para nosotros, uno de los días más tristes de nuestras vidas. Todos los que te queríamos, sufrimos tu fallecimiento, además de una enorme tristeza por tu familia y seres más queridos.
Constantemente, nos hacemos la misma pregunta ¿Por qué tú? Creemos estar en una nube que envuelve nuestra mente y nuestro corazón.
Todos los que te apreciamos sabemos de tu enorme sacrificio en amor a tu familia, pero también admiramos la labor que ejercías por el deporte de nuestra Ciudad de Melilla, labor que no te ha dejado indiferente, ni como jugador (puesto que para nosotros has sido uno de los mejores), ni como entrenador, puesto que aprendimos mucho debido a la pasión que sentías por este deporte. También es de reconocido mérito, tu etapa como directivo de muchos equipos de baloncesto de la Ciudad, en la cual aportaste muchos de tus conocimientos, experiencia y sabiduría. Nunca lo olvidaremos.
Recordamos con mucha alegría y a la vez nostalgia, los grandes momentos vividos en el mundo del baloncesto, tanto como jugador, como entrenador y directivo. Han sido momentos muy buenos y no tan buenos, y a pesar de todo ello, hoy en día, nos quedamos con lo positivo. De lo malo, aprendimos gracias a ti que, con esfuerzo y sacrificio, hasta las metas más complicadas se pueden conseguir. También queremos hacer mención especial a Jacobi, persona que también estuvo a nuestro lado en todo este transcurso.
Innumerables veces son las que te nombraron mejor deportista de Melilla, victorias más que merecidas debido a tu gran esfuerzo y labor en el mundo del baloncesto.
También nos gustaría recordar, esos grandes momentos de ocio en la Bocana, Karia y en otros muchos lugares que hemos visitado con la compañía de nuestras familias. Esos partidos en Berkan, en esos hoteles maravillosos, infinitas risas, compañías inigualables…
Por todo ello, aquí estamos hoy para expresarte nuestro respeto, cariño y agradecimiento. Agradecimiento por habernos brindado tu amistad durante muchos años de nuestras vidas y por habernos regalado momentos que quedarán intactos en nuestra memoria para siempre.
Berroky, como te llamábamos muchos amigos tuyos, te echaremos mucho de menos.
Un abrazo donde quieras que estés.
