Decisiones en medio de la confusión

En nuestro caso, como imaginamos que ha ocurrido con los demás medios que publicaron la primera versión, el error ocurrió por no esperar a que el detenido saliera por la puerta de las Torres V Centenario para dar una noticia que ya había corrido como la pólvora horas antes por lo sorprendente de la decisión inicial. En ningún caso, como se ha llegado a afirmar, porque no hubiéramos contrastado la noticia MELILLA HOY, por la parte que nos toca, quiere empezar este Editorial pidiendo disculpas a sus lectores por un tuit que publicamos ayer a primera hora de la tarde. En él informábamos de que el individuo que irrumpió en la frontera de Beni Enzar el martes por la mañana, cuchillo en mano y gritando «Alá es el más grande», había pasado a disposición judicial tras pasar algo más de 24 horas en los calabozos de la Jefatura Superior de Policía, y que la decisión que se había adoptado para él era libertad sin cargos. Y efectivamente, la realidad parecía que iba a ser esa en ese momento, aunque finalmente no llegara a hacerse oficial porque, según nos apuntan, un cambio de última hora en el juzgado de guardia impidió que se materializara en un auto.
La medida que al final se aplicó contra el detenido fue prisión provisional, comunicada y sin fianza, como así lo comunicó el Gabinete de Prensa del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) cuando eran cerca de las tres y media de la tarde, una hora después de que este Diario hubiera dado a conocer la primera decisión en las redes sociales. Un tuit que generó entre nuestros seguidores el mismo estupor que durante la mañana había provocado en altas instancias la decisión de dejar al asaltante de la frontera en libertad sin cargos. Porque esta medida, sin ser oficial todavía, trascendió y corrió como la pólvora hasta el punto de convertirse en vox populi más allá de las Torres V Centenario. No se trataba, por lo tanto, de ningún bulo, sino de una información real que finalmente no se llegó a materializar, insistimos, por un cambio cuyas razones desconocemos, pero que se pueden intuir en la redacción sutil del breve comunicado del TSJA con el que se daba a conocer el ingreso en prisión del detenido en la frontera y que no pocos ciudadanos, algunos de ellos supuestos compañeros del gremio, utilizaron para atacar a este Periódico y poner en duda su credibilidad.
«Después de tomarle declaración y practicar diligencias forenses para valorar su imputabilidad, la juez ha decretado su ingreso en prisión. El hombre está siendo investigado, de forma inicial, por los delitos de desobediencia, amenazas y desórdenes», afirmó el TSJA en su explicación oficial. Probablemente en esas dos frases que subrayamos, están las claves por las que primero se acordó una medida y después la contraria, amén de la alarma social que ya estaba empezando a generar el hecho de tener en la calle a un hombre cuya ocurrencia y trastorno mental dio la vuelta al mundo en forma de vídeo viral.
Si quienes aprovecharon para lapidar a este Diario por nuestro tuit se hubieran entretenido en analizar de forma detenida la explicación oficial del TSJA, quizá se habrían dado cuenta de ello.
En nuestro caso, como imaginamos que ha ocurrido con los demás medios que publicaron la primera versión, el error ocurrió por no esperar a que el detenido saliera por la puerta de las Torres V Centenario para dar una noticia que ya había corrido como la pólvora horas antes por lo sorprendente de la decisión inicial. En ningún caso, como se ha llegado a afirmar, porque no hubiéramos contrastado la noticia. De todos modos, terminamos como empezamos, pidiendo disculpas, en lo que a este periódico se refiere, porque es lo que procede aunque el error no haya llegado a nuestra edición impresa.
Sentimos a quienes inicialmente se han sentido confundidos, pero a veces las fuentes, por muy oficiales que sean, también se equivocan. MELILLA HOY no ha sido el único medio. Si buscan en Google verán que varios medios nacionales, entre ellos los más importantes de este país, también publicaron la primera versión. Cosas que lamentablemente pasan.

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