Fue el pasado sábado cuando la Guardia Civil sobre las 21,20 horas y en la frontera de Beni Enzar interceptó un vehículo Marca Seat y modelo Toledo de matrícula nacional que accedía a Melilla ocupado aparentemente sólo por el conductor. Sin embargo, los componentes de la Benemérita tras el oportuno registro comprobaron que en un doble fondo se ocultaba un joven de 19 años de Guinea Conakry que afortunadamente no presentaba síntomas de gravedad. El conductor del coche fue detenido y las autoridades judiciales determinaron su ingreso en prisión
Los guardias civiles al iniciar el reconocimiento por la zona del salpicadero apreciaron cierta anomalía que les llevó a introducir la mano por la parte inferior de la guantera y palpar en el interior de ese habitáculo "una chapa metálica", que despertó las sospechas del actuante que se encontró con un vehículo modificado por las mafias que trafican con seres humanos.
Estos hechos y la certeza de llevar "un doble fondo", determinaron "arrancar el salpicadero" para poder auxiliar a la persona allí oculta a salir de tan infrahumano habitáculo. El inmigrante, una vez en el exterior recibió primeros auxilios, sin que fuese necesario atención médica, ya que se pudo estabilizar de los síntomas que presentaba y aquejaba, que en realidad se concretaron en una "leve sudoración". Su estado de salud era bueno en el momento de emitir la nota de prensa.
El doble fondo construido era completamente hermético por lo que no contaba con ningún tipo de ventilación, y puede que la persona oculta llevase muy poco tiempo allí introducida, ya que no presentaba un cuadro de síntomas graves como ha ocurrido en otras ocasiones.
Se pudo comprobar que la persona auxiliada era un varón, joven, indocumentado, que dijo proceder de Guinea Conakry, de unos 19 años de edad y que pasó a disposición judicial en calidad de testigo y posteriormente se le ha aplicó la vigente Ley de Extranjería.
La investigación posterior realizada en estos días ha determinado sin género de dudas la entrada del mismo vehículo y conductor el día anterior, con otra persona oculta en su interior, a la que "abandonaron", a su suerte en un determinado lugar del extrarradio de la ciudad. Un procedimiento que suelen utilizar las personas que sin escrúpulos se dedican a esta modalidad delictiva conocida como "tráfico de seres humanos".
El conductor detenido es un ciudadano de nacionalidad marroquí, provisto de tarjeta de residencia y domicilio en nuestra ciudad, de 32 años de edad, que en la tarde del pasado martes paso a disposición judicial como supuesto autor de un delito contra los ciudadanos extranjeros, decretando la autoridad judicial su ingreso en prisión.