El presidente de la Ciudad aboga a quienes no están de acuerdo con alguna norma a que pidan al Ministerio que competa que “lo aclare”.- Niega que haya una “pelea” en su Gobierno, sino “disfunciones” por diferentes opiniones
El presidente de Melilla, Eduardo de Castro, cree que la polémica que están protagonizando Coalición por Melilla (CPM) y PSOE por la limitación del paso de mercancías en la frontera es “bastante artificial”. Según dijo, él es de la opinión que “mientras exista una norma, hay que obedecerla”, algo que siempre hace ajustándose a cualquier norma, por lo que insistió en que no entrará “en los dimes y diretes” ni en los problemas entre partidos que no son suyos porque “ellos sabrán, tendrán sus motivos y sus tácticas y estrategias”. No le interesa, dejó claro.
“Cada uno sabrá lo que tiene que hacer y se responsabilizará de sus acciones”, agregó De Castro, totalmente convencido de que “hay formas más sencillas” de arreglar las cosas.
En este punto, el presidente melillense abogó a quienes no están de acuerdo con alguna norma a que pidan al Ministerio que competa que “lo aclare”, y ahondó en ello al señalar que quienes no estén de acuerdo con la norma, deben recurrir al Ministerio que dicta la norma, “punto final”.
A preguntas de los periodistas, De Castro rechazó entrar “en historias de partidos” porque recordó que ni CPM ni PSOE son su formación política y, además, tampoco piensa “mediar” entre ellos.
“Yo estoy en medio e intento hacer el trabajo y poner tranquilidad. Pero lo que hagan los partidos fuera del Consejo de Gobierno es problema de los partidos y ahí no voy a entrar, no es mi problema”, apostilló De Castro para reivindicar que es “totalmente independiente” en este sentido.
El presidente melillense considera que “lo que hay que hacer, sencillamente, es seguir trabajando”, aunque también admitió que quedan unos meses para las elecciones “y hay partidos que vienen a hacer su campaña”, de ahí su postura no que “en esta historia no hay que meterse”.
“No hay pelea”
De Castro negó que haya una “pelea” en el seno de su Gobierno, ya que lo que existen son “disfunciones” por las diferentes opiniones de los dos principales socios. Ve “muy complicado” que se produzca una ruptura.
Respecto a si el enfrentamiento entre CPM y PSOE podría debilitar la imagen del Gobierno, su presidente señaló que eso lo dirá la ciudadanía cuando acuda a votar, por eso defiende que “lo mejor es seguir trabajando y dejarse de estas historias totalmente improductivas que no llevan a ningún lado porque hay otros mecanismos”.
También se mostró partidario del diálogo “siempre antes que cualquier otro mecanismo”, y apuntó que con la líder del PSOE, Gloria Rojas, habla muchas veces, mientras que con el presidente de CPM, Mustafa Aberchán, lo hace sin problema cada vez que le requiere, algo que sucedió unos días antes de estallar la polémica entre ambos partidos.
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