En un momento de su declaración en el juzgado, también citó a Gloria Rojas al decir que firmó la responsabilidad patrimonial al anterior adjudicatario para reclamarle “precios cobrados por encima de lo normal”.
Cerca de 42 minutos estuvo el presidente de la Ciudad Autónoma, Eduardo de Castro, declarando en el Juzgado de Instrucción número 2 cuando fue citado como investigado por el caso grúa el día 13 del pasado mes. En su declaración, a la que ha podido acceder MELILLA HOY, el presidente evadió toda responsabilidad en este procedimiento al repetir en varias ocasiones que no tiene competencias en materia de contratación. Limitó su intervención a la firma del desistimiento porque se lo dijeron los técnicos y la Mesa de Contratación.
“Cuando me quedo con esas competencias de Seguridad Ciudadana, que no son mías, por razones de operatividad y por un cambio de estructura del Gobierno, ya todo esto se había iniciado. Todo esto ya estaba en marcha y me encuentro con el desistimiento en el contrato de emergencia. Es lo único que hago, y lo hago porque tengo que hacerlo, es mi obligación”. De esta forma respondió De Castro cuando la Fiscalía le preguntó por qué no se había sacado un contrato mayor para cubrir el servicio de grúa, después de contestarle el presidente que se había intentado “tres o cuatro” veces.
“Entonces, si no tiene competencia y no sabe nada de esto, ¿quién fue la persona o el órgano que se dedica a hacer el contrato de emergencia?”, quiso saber la Fiscalía, que pidió “el nombre de las personas concretas”.
Fue entonces cuando De Castro citó , con nombres y apellidos, a tres técnicos y a la consejera de Hacienda, Dunia Almansouri, como las personas que hicieron el contrato de emergencia del servicio de la grúa. Los tres técnicos son el ya exdirector general de Presidencia y Administración Pública, Juan Palomo, el secretario Técnico de Hacienda, Sergio Conesa, “que informa y dice que está bien”, y el interventor, Carlos Susín.
A lo largo de su declaración, las alusiones de De Castro a funcionarios y técnicos fue una constante. “La gestión de los contratos en las consejerías la hacen los directores generales, que proponen al político el contrato. El político hace una propuesta al órgano de contratación, que es el consejero de Hacienda, en este caso consejera”, refiriéndose a Almansouri.
En otro momento de su declaración, ya a preguntas de su abogado, De Castro también se refirió concretamente a la consejera de Presidencia, Gloria Rojas, al recordar que fue quien firmó la responsabilidad patrimonial al anterior adjudicatario para reclamarle “precios cobrados por encima de lo normal”. Un expediente que se encuentra a la espera de un informe del Consejo de Estado.
El presidente aclaró que el contrato se hizo por un informe de necesidad del jefe de la Policía Local, que en aquel momento no era el superintendente, sino otro mando del Cuerpo.
“No había otra”
Además, afirmó que “se hace un contrato de emergencia porque no había otra”, a lo que la fiscal le respondió: “Esa es su opinión”. De Castro le rebatió con una negativa y afirmando que “es lo que dice la Ley” al ser la grúa un servicio esencial. Fue uno de los momentos con algo de tensión en el interrogatorio, en el que el presidente solo respondió a las preguntas de la Fiscalía y de su abogado, rechazando las de la acusación.
A lo largo de su declaración, De Castro tuvo tiempo para responsabilizar al anterior Gobierno de no haber hecho un contrato para este servicio en tiempo y forma. E insistió varias veces en que no sabía nada, hasta el punto de que dijo haberse enterado en una comunicación oficial del Consejo de Gobierno: “En todo esto, solo aparezco en que estoy en un Consejo de Gobierno donde nos dan la noticia. No aparezco en más”.
Otro momento en el que señaló a los funcionarios fue respecto a la firma de las facturas. Según De Castro, él solo plasma su firma digital cuando ya las ha firmado el superintendente y un director general: “No tengo más remedio. Si no, tampoco las firmaría”, reconoció poco antes de terminar su declaración.
