La decisión del área de Salud Pública respecto a las restricciones contrasta con la opinión del presidente de Melilla, Eduardo de Castro, que minutos antes, en otra comparecencia, se mostró partidario de continuar controlando el horario nocturno, sobre todo los locales de ocio, para evitar fiestas clandestinas, si bien recordó que eso no dependía solo de él.
“Si hay que hacer limitaciones que no sean un toque de queda en toda regla, algo habrá que hacer respecto a este tema”, dijo De Castro tras exponer que, a su juicio, el estado de alarma “a lo mejor tendría que continuar, pero rebajándolo”, de manera que la intensidad de las medidas fuera disminuyendo de forma paulatina conforme fuera aumentando la inmunidad hasta “llegar a la normalidad”.
En cualquier caso, sí consideró que el cierre perimetral y el toque de queda, aunque “se pueden pedir”, son “medidas muy fuertes” y por ello incidió en que es partidario de “rebajar un poco”, poniendo como ejemplo que ninguna región, por ahora, ha anunciado que vaya a seguir con el cierre perimetral.
Defiende sus decretos
Por último, defendió las medidas adoptadas en sus decretos en los últimos seis meses: “Podrán servir poco o mucho, pero si no están, hubiera sido mucho peor”, afirmó De Castro.
