David Cabello, entrenador de la U.D. Melilla, asumió la responsabilidad de la derrota ante el C.D. Coria y comenzó pidiendo disculpas públicamente por un incidente con un aficionado. «Quiero pedir perdón, ya que he cometido un error bastante grave con un aficionado. Le pido disculpas a Karim, que es con la persona con la que he tenido unas palabras que como entrenador no me puedo permitir. Tengo que tragar veneno, pedir disculpas a la U.D. Melilla por ese gesto y esa actitud que he tenido», afirmó el preparador del conjunto melillense”.
Respecto al partido, el entrenador del Melilla señaló que el equipo tuvo un buen arranque, pero no supo cerrar el partido. «Hemos entrado bastante bien en el partido, ya que hemos generado muchísimas situaciones de gol en la primera mitad, pero no hemos sido capaces de aumentar la ventaja. En la segunda parte, dimos un paso atrás y eso es responsabilidad mía, porque soy el máximo responsable», explicó el técnico, añadiendo que el equipo no puede permitirse ese tipo de bajón. «No podemos dar ese paso atrás, y lo llevo advirtiendo desde el principio de la semana. Los jugadores no han entendido el mensaje y me queda mucho trabajo por hacer con ellos».
En cuanto a la remontada del Coria, David Cabello expresó su frustración por el cambio en la dinámica del equipo en la segunda mitad. «El Coria no ha modificado absolutamente nada, solo que nosotros dimos ese paso atrás. Me gustaría saber por qué, pero no hemos estado bien. La responsabilidad es nuestra, no hay que mirar a ningún lado», destacó.
También fue contundente en su análisis sobre la derrota: «Para mí, el Coria no es justo vencedor, a pesar de que se lleva los tres puntos. Hemos generado muchas ocasiones claras en la primera parte y deberíamos haber ido con un marcador más amplio, sobre todo para no correr el riesgo de la segunda parte», comentó Cabello, que añade que el Melilla “no puede permitirse esa falta de efectividad ni la desconexión que ocurrió tras el descanso”.
Finalmente, se centró en la mentalidad del equipo, apuntando que el problema no era físico ni táctico, sino mental. «No es un bajón físico ni táctico, es un bajón mental. Tenemos una avería grande y tengo que entrar en las cabezas de los jugadores. No puede haber tanta desconexión, sobre todo cuando el rival no te ha ofrecido nada, aunque debo mejorar la mentalidad de los jugadores y evitar más desconexiones en el futuro”, concluyó.