Desde el sindicato de educación CSI-F queremos denunciar una situación que se viene dando desde hace varios años. Resulta que el MECD no manda las partidas de dinero a los centros educativos para su mantenimiento. Para ser más preciso, no cumple con su obligación de realizar los pagos a tiempo. Esto encaja perfectamente con la definición de “moroso”.
Concretamente estamos hablando, entre otras cosas, de que aún debe abonar la partida económica del año pasado a las nuevas tecnologías. Este ingreso debería haberse producido el 31 de marzo del presente año y aún no se ha realizado. Los toners de las impresoras y fotocopiadoras se agotan y se tienen que sustituir, internet no es gratis… Esto conlleva a situaciones tan lamentables como restringir el nº de folios en los centros, que disminuyan el número de fotocopias (en infantil es casi inevitable ya que trabajan con fichas), que se racione el papel higiénico…
Además de lo mencionado anteriormente, hay que añadir que este año los centros tampoco han recibido la partida económica de este curso académico para poder hacer frente a los gastos originados por su propio funcionamiento cotidiano (algo muy similar a los gastos que conlleva tener una vivienda). Nos referimos a actividades tanusuales como la limpieza, papel higiénico de los baños, material para el botiquín por si alguien se cae en el recreo…Las empresas se están planteando si seguir suministrando a los centros los materiales que requieren o no, ya que los centros deberían haber recibido su ingreso el 30 de septiembre y hasta que esto no suceda no podrán realizar los pagos.
Siempre que el MECD realiza una buena gestión lo agradecemos públicamente pero pensamos que este hecho no se tendría que dar y sin embargo, sucede año tras año, y por este motivo nuestra obligación es denunciar todas las situaciones que afecten al buen funcionamiento de los centros y seguiremos estando ahí para hacer las reivindicaciones oportunas las veces que sean necesarias. Así pues, desde CSIF exigimos que se abone a la mayor brevedad el dinero a los centros para que estos puedan tener un normal funcionamiento y disponer de los recursos básicos.
