El rincón de Aranda

Cronología Histórica de Melilla XLIII

20.12.1824.- Cura Vicario José del Castillo.

1825 a 1827.- Fray Manuel Martín Martínez, Obispo de Málaga.

24.06.1825.- Cura Vicario José del Castillo.

25.11. 1826. D. Manuel García es nombrado Gobernador interinamente.

1827.- P. Fray Juan Melilla, Colegio S. Alberto Magno, Sevilla, Biblioteca de Religión.

1828.- D. Juan Francisco Martínez Castrillón, Obispo de Málaga. D. Manuel Martín Sancho, Cruz Laureada de San Fernando en la Guerra de la Independencia. Enterrado en la Iglesia Parroquial. (ADM. SH. Vicaria de África, Libro VIII de Defunciones, folio 243).
1829 a 1830.- D. Juan Nepomuceno Gómez Durán, Obispo de Málaga.

1829. Los moros fronterizos a Melilla construyen trincheras donde se hostiga con fuego de fusilería a la Plaza. Sale una expedición que toma el cerro de San Lorenzo, donde un cañón bombardeaba constantemente las murallas de la Puerta de la Marina.

1.05.1829. D. Juan Serrano Reina, es nombrado Gobernador interinamente.

10.10.1830. Nace en Madrid, la Reina Isabel II.

25.05.1830.- Cura Párroco, D. José González; y Sacerdote, José Zapata.

8.06.1830. D. Luis Cappa Rioseco es nombrado Gobernador.

12.06.1830.- Presbítero, Manuel Genaro.

22.06.1830.- Presbítero, Manuel Genaro.

1831 a 1834.- Juan José Bonel y Orbe, Obispo de Málaga. Cardenal.

13.11.1831, R. O. El Rey Fernando VII autoriza Cementerios para los no católicos.

13.05.1832.- Banqueta San Miguel y rastrillo. C/ San Miguel, en posesión de Ntra. Sra. del Rosario.

29.09.1833. Muere Fernando VII, y su hija Isabel ocupa el Trono, como Isabel II.

1834. Es promulgado el Estatuto Real, especie de Constitución.

1834 a 1835.- Fray José de Gómez Navas, Obispo de Málaga.

1834.- D. Gregorio Álvarez y Pérez, Canónigo de Granada, desterrado en Melilla. Fue Cura Mayor en la Catedral de Burgos y Presidente de la Junta Superior de Castilla, por cuyas actividades delictivas fue condenado al exilio en esta ciudad.

14.04.1834.- Presbítero José González.

28.05.1834.- Los moros mataron a varios confinados que salieron por raje en el día del Corpus.

2.06.1834.- “Se presentaron dos moros que querían cristianarse, se enviaron a Málaga, permanecieron un tiempo en el Convento de los Capuchinos de aquélla ciudad, pero a principios de 1835, se arrepintieron y se les reintegró a la morería”.

9.09.1834.- A petición del Vicario Eclesiástico de Melilla, el Obispo de Málaga, por la que los Capellanes de los Batallones puedan confesar a personas de ambos sexos.

12.05.1835. D. Lázaro García del Real es nombrado Gobernador interinamente.

6.06.1835.- Presbítero, D. José Gómez de la Vega. D. Francisco Roldán, Cura Ecónomo. D. Domingo Peña, Cura Ecónomo de la Iglesia Parroquial.

1836 a 1841.- D. Valentín Ortigosa, Obispo de Málaga.

1836.- Desamortización de Mendizabal. Ni la Iglesia, ni el Convento fueron desamortizados.

Como nota curiosa hay que decir que D. Juan de Dios Álvarez de Mendizabal, ha pasado a la Historia, como el gran desamortizador de la Iglesia Española.

24.02.1836. Nace en Orio, Guipúzcoa, el misionero franciscano, D. José Lerchundy, (Padre Lerchundy). En 1861, y según el artículo 8º del Tratado de 25.03.1860, es destinado a Tánger, donde su labor apostólica fue un éxito, así como en política, actuando a veces como Embajador Plenipotenciario. Estableció escuelas católicas españolas y una imprenta de tipos hispano arábigos en Tánger. Consultor de S.M. el Sultán, viajó con él a Roma por el Jubileo sacerdotal de León XIII.
ésta fue la primera vez que El Mogreb rindió homenaje al Vicario de Jesucristo. Entre otras obras escribió: “Rudimentos del árabe que se habla en Marruecos”, “Vocabulario del dialecto de Marruecos”, “Crestomatía arábigo española”, “Gramática del árabe clásico o literario”.

4.03.1836.- Párroco Vicario, D. José González.

16.03.1836. Parece que ya no cabe duda en que los asuntos de Melilla quedan terminados, y que los sublevados entregan la Plaza.

26.07.1836. D. Rafael Delgado Moreno es nombrado Gobernador hasta el 20.12.1838.

Loading

Más información

«Enshittification» y «Weaponification» en Melilla: Reflexión sobre los ataques a Guelaya-Ecologistas en Acción Ricardo Dominguez Llosa El pasado 19 de diciembre de 2024, Juan Carlos Montoya publicó un artículo titulado en Tribuna de opinion, en el que vertió duras críticas hacia la asociación Guelaya-Ecologistas en Acción, una ONG que lleva años trabajando de manera activa y comprometida en la defensa del medio ambiente en Melilla. Este tipo de ataques no solo desvirtúan el trabajo de una organización que ha demostrado con hechos su compromiso con la sostenibilidad y la justicia climática, sino que también representan un fenómeno más amplio y preocupante que podríamos calificar como «enshittification» y «weaponification» del discurso público. ¿Qué significa «Enshittification» y «Weaponification»? El término «enshittification» se utiliza para describir el proceso mediante el cual algo que inicialmente tiene un propósito positivo o constructivo se degrada hasta convertirse en un espacio o herramienta tóxica. Por otro lado, «weaponification» hace referencia a la instrumentalización de ciertos discursos o ideas para atacar, desacreditar o deslegitimar a individuos o colectivos. En este caso, ambos conceptos parecen aplicarse al contexto de las opiniones vertidas por Montoya, que no solo atacan sin fundamento a Guelaya, sino que también reflejan una tendencia preocupante hacia la polarización y la desinformación en temas tan cruciales como el cambio climático y la protección medioambiental. Guelaya-Ecologistas en Acción: Una labor encomiable Guelaya-Ecologistas en Acción lleva años trabajando en Melilla para promover la sostenibilidad, proteger la biodiversidad local y concienciar a la ciudadanía sobre la importancia de actuar frente a la crisis climática. Su labor incluye actividades de reforestación, limpieza de entornos naturales, campañas de sensibilización y propuestas de políticas públicas orientadas a la sostenibilidad. Estas acciones no solo benefician al medio ambiente, sino que también contribuyen al bienestar de la comunidad melillense. La ONG forma parte de una red nacional de Ecologistas en Acción, que se rige por principios de transparencia, participación y rigor científico. Sus informes anuales y actividades están respaldados por datos y análisis que buscan incidir en la toma de decisiones políticas y sociales. El ataque de Montoya: Una crítica sin fundamento En su artículo, Montoya recurre a un lenguaje incendiario y descalificativo, calificando a los miembros de Guelaya como «provincianos», «terraplanistas» y «negacionistas del cambio climático». Estas acusaciones no solo son infundadas, sino que también resultan irónicas, dado que Guelaya ha sido una de las voces más activas en Melilla en la lucha contra el cambio climático. Este tipo de críticas parecen más bien una estrategia para desviar la atención de los problemas reales que enfrenta la ciudad, como la falta de políticas públicas efectivas para abordar la crisis climática o la degradación de los espacios naturales. Al atacar a quienes trabajan por el bien común, Montoya no solo desacredita su propia posición, sino que también contribuye a perpetuar un clima de desinformación y hostilidad que dificulta el progreso colectivo. No matar al mensajero, pero sí escuchar el mensaje El título del artículo de Montoya, resulta paradójico, ya que su texto parece precisamente un intento de desacreditar al «mensajero» que trae un mensaje incómodo pero necesario: la urgencia de actuar frente a la crisis climática y la necesidad de proteger nuestro entorno natural. En lugar de atacar a quienes trabajan por el bien común, sería más constructivo abrir un diálogo basado en el respeto y la evidencia científica. La crisis climática es un problema global que requiere la colaboración de todos los sectores de la sociedad, y descalificar a quienes están en la primera línea de esta lucha solo nos aleja de posibles soluciones. Reflexión final El caso de las críticas de Montoya a Guelaya-Ecologistas en Acción es un ejemplo de cómo el discurso público puede ser utilizado de manera tóxica para atacar a quienes trabajan por el bien común. Sin embargo, también es una oportunidad para reflexionar sobre la importancia de defender a las organizaciones y personas que, con esfuerzo y dedicación, luchan por un futuro sostenible. Es fundamental que, como sociedad, aprendamos a distinguir entre las críticas constructivas y los ataques infundados, y que apoyemos a quienes, como Guelaya, dedican su tiempo y energía a proteger el planeta y garantizar un futuro mejor para todos. En un mundo donde el cambio climático es una realidad innegable, no podemos permitirnos el lujo de desviar la atención de los problemas reales con discursos vacíos y descalificaciones sin fundamento.

Scroll al inicio

¿Todavía no eres Premium?

Disfruta de todas
las ventajas de ser
Premium por 1€