El diputado local de Coalición por Melilla (CPM), Emilio Guerra, ha alertado sobre el riesgo que supone para espectadores y deportistas utilizar las instalaciones deportivas cubiertas durante el verano en Melilla, donde las altas temperaturas pueden provocar un “golpe de calor”.
Guerra ha recordado que en el pasado Pleno de Control su grupo preguntó al Gobierno del PP, presidido por Juan José Imbroda, si tenían previsto habilitar una climatización temporal para el Pabellón Javier Imbroda durante los eventos estivales. Sin embargo, esta y otras cinco preguntas quedaron sin respuesta pública, siendo remitidas por escrito. “Sin duda eran preguntas incómodas que prefirieron no exponer públicamente”, ha señalado.
El parlamentario de la oposición ha lamentado que, pese a que Imbroda aseguró en agosto del año pasado que “esto no volverá a ocurrir”, el anunciado proyecto de climatización del pabellón no se ha puesto en marcha y “tras un año, siguen las promesas sin fechas concretas”. “Lo cierto es que para este verano no será”, ha advertido.
Climatización solo un día
Como única excepción, la Ciudad Autónoma de Melilla ha licitado un contrato de 43.500 euros para el alquiler de un equipo de climatización que será traído desde la península y estará operativo solo un día, el 30 de agosto, siendo desmontado el 1 de septiembre.
Guerra ha denunciado que en eventos recientes la temperatura dentro del pabellón ha sido “insoportable y asfixiante”, con múltiples quejas, y ha recordado que aún quedan los meses de julio y agosto, en los que la instalación seguirá abierta en esas condiciones.
Citando el informe que justifica el contrato de alquiler del equipo, el diputado ha resaltado que “la ausencia de un sistema de climatización en una instalación deportiva de uso público como el Pabellón Javier Imbroda contraviene la normativa y estándares técnicos que exigen condiciones ambientales adecuadas para la práctica deportiva y la asistencia de público”. Además, el informe indica que esta situación “contraviene el Código Técnico de Edificación en su documento Básico HS3 ‘Calidad del aire interior’, que establece unos requisitos mínimos”.
Ante esta situación, Guerra plantea la pregunta que a su juicio se hacen los melillenses: “Si se contraviene la normativa vigente, ¿no debería cerrarse esta instalación en verano por el riesgo para la salud? De no ser así, estaríamos ante una situación de irresponsabilidad, además de favoritismo discriminatorio e injusto, al no extender la climatización a los meses completos de julio y agosto para todos los ciudadanos”.
