La Asociación Mujeres Vecinales recibe una subvención como Organización no Gubernamental (ONG) por parte de la Ciudad. Pero también lo hace como asociación de vecinos. Así al menos lo indicó ayer en rueda de prensa el diputado del Grupo CPM, Abderrahim Mohamed Hammú, que llegó a criticar que la subvención incluya "suculentos sueldos" para la presidenta, así como para el resto de la junta directiva. Además, el cepemista quiere el acta en el que se recoja que Mujeres Vecinales también es considerada como Asociación de Vecinos, algo que, al parecer, pidió hace dos meses y de lo que aún no ha recibido respuesta. El diputado del Grupo Coalición por Melilla (CPM), Abderrahim Mohamed Hammú, denunció ayer que Mujeres Vecinales recibe "desde hace muchos años y de forma continuada" subvenciones de la Ciudad Autónoma. Tanto es así que, en 2009, cuando se modificaron sus estatutos por última vez, se cambió parte del articulado para que tanto la presidenta como el resto de la junta directiva puedan cobrar. Por tanto, "no es una entidad sin fines lucrativos", a pesar de que en un convenio entre Mujeres Vecinales y la Ciudad Autónoma se recoge que se trata de una organización no gubernamental (ONG).
"De esta ONG desconocemos el número de voluntarios, su financiación… Sólo sabemos que se nutre de subvenciones municipales", argumentó el diputado del Grupo CPM en rueda de prensa, desde donde comentó que tanto la actual presidenta, hermana de la viceconsejera de Participación Ciudadana, Nasera Al-Lal, como ésta cuando estaba al frente de Mujeres Vecinales, cobraban un "sueldo suculento". Y esto, dijo, teniendo en cuenta que la actual presidenta no tiene la titulación que "le acredita el nivel que le permite coordinar a monitores, profesores y maestros".
Con ello, el diputado cepemista señaló que "si esto no es ilegal, por lo menos sí que no es ético", e hizo hincapié en que no duda que Mujeres Vecinales haga una "labor maravillosa", a pesar de que los cursos que desarrolla "no están reconocidos profesionalmente, no tienen certificados de profesionalidad y no hay inserción laboral".
Asociación de Vecinos
Además, Mohamed Hammú quiso saber por qué el Gobierno de la Ciudad ha dado la consideración de Asociación de Vecinos a la Asociación Mujeres Vecinales, habida cuenta de que esta entidad, según se recogen en sus estatutos, trabaja por las mujeres de toda Melilla, y no por una barriada o comunidad vecinal en concreto.
Tal y como explicó el cepemista, la viceconsejera de Participación Ciudadana ha llegado a afirmar que la catalogación como Asociación de Vecinos es un "caso único y excepcional" y que esta decisión se tomó en un órgano del Ejecutivo melillense, si bien manifestó que "localizar dicho acuerdo era complicado".
Tanto es así que Mohamed Hammú solicitó hace dos meses el acta por el que Mujeres Vecinales ha dirigido una petición formal a la Ciudad Autónoma para ser considerada una Asociación de Vecinos. Sin embargo, el diputado local no ha recibido contestación. "Si no se nos quiere aportar esta documentación, es porque no hay petición formal para registrarse en como Asociación de Vecinos", espetó.
En opinión de Mohamed Hammú, se trata de una política "arbitraria, torticera y servil", y dejó claro que Mujeres Vecinales, a lo largo de todo su articulado, hace hincapié en que su objetivo es apoyar a las mujeres "de forma exclusiva".
Es más, dijo el diputado de la formación que lidera Mustafa Aberchán que si los estatutos de Mujeres Vecinales se comparan con los de una asociación de vecinos, ésta última deja patente que se desarrolla en pro de una barriada, con fines culturales y asociativos. "Los estatutos hablan de mujeres, no de una barriada, sino de Melilla en su totalidad", concluyó.
