Por Ricardo Fernández
Un año más, La Mezquita del Toreo se engalana para coger nuevamente el testigo de mantener viva la llama de la fiesta Nacional, con la dificultad que implica debido a su situación geográfica, que se sigan celebrando festejos taurinos en todo un continente.
Este año, harán el paseíllo tres diestros que junto a las reses de Paloma Prado (Torrealta) debutan en el coso mezquitero. Conforman un cartel variado, muy interesante y de expectación, donde seguro, los asistentes al festejo disfrutarán de lo lindo con tres conceptos distintos de concebir el toreo y un hierro que, poco a poco, regresa a las grandes ferias donde ya estuvo. Todos recordamos aquellas tardes en Sevilla el domingo de Resurrección, con Curro Romero y Torrealta como grandes protagonistas.
El peruano Roca Rey, español de adopción, es el líder indiscutible del escalafón en la actualidad. Torero que se encuentra haciendo una temporada sensacional, repleta de triunfos, salidas a hombros y siendo la base de todas las ferias de España y Francia. Sin duda, el concepto taurómaco de Andrés, si su lote se lo permite, enamorará y encandilará a los tendidos con su manejo variado del percal y su quietud y poderío de su muleta.
Estuvo anunciado en Melilla como novillero en 2003, pero al final no se llevó a cabo el festejo. Pero esta tarde, sí estará Manuel Escribano. Hace escasos días en Tarifa conmemoraba con una encerrona su vigésimo aniversario como matador de toros. El de Gerena está en su mejor momento, en el más dulce y ‘viendo toros’ todas las tardes que se viste de luces. Pero el camino no ha sido nada fácil. Sacrificio, mucha afición, profesionalidad y no tirar la toalla nunca a pesar de las innumerables cornadas de los toros y de otras, que duelen mucho más, como la del olvido de las empresas. Escribano está realizando una temporada de ensueño y es el claro ejemplo de la dignificación de la profesión y torero que se ha hecho necesario en todas las ferias. Se lo ha ganado.
El madrileño Javier Cortés no torea lo que quisiera y vestirse de luces esta tarde en Melilla, es una nueva oportunidad de llamar a la puerta de las empresas y que, a base de triunfos, poder abrirse hueco como lo está haciendo, por ejemplo, Borja Jiménez. Ese es el camino a seguir. El indulto de ‘Mesonero’, un toro de Araúz de Robles en Baeza hace poco, le va a ayudar a coger la confianza necesaria para seguir creyendo en su concepto clásico en entender el toreo.
¡Qué Dios reparta suerte!