La instrucción por el ‘Caso Naira’ continúa recabando testimonios antes de decidir si la muerte de la pequeña trasciende y es llevada a juicio por presunta negligencia médica o es finalmente archivada. Ayer fue el turno de una doctora y dos enfermeros, quienes testificaron a puerta cerrada. En la sesión se aportó un nuevo documento: los resultados de una prueba que, según defiende la familia de la pequeña fallecida, no se le realizó en las horas previas a su muerte. Según fuentes cercanas al caso, los profesionales médicos entraron en contradicción en sus declaraciones, ya que dos de ellos señalaron ayer que la niña no parecía estar grave, mientras que una enfermera apuntó que Naira llegó al Comarcal en estado cianótico. El abogado del pediatra, investigado por presunta negligencia médica presentó en la sesión de ayer una nueva prueba. Según la misma, a la pequeña sí se le realizó la pulsioximetría cuando fue atendida en el servicio de Urgencias antes de que se le diera el alta en la madrugada del 24 de enero, horas antes de fallecer.
Esta prueba podría desmontar la versión del letrado de la familia de Naira, Francisco Parres, que desconocía la existencia de dicho documento con los resultados. Según indicó a este diario instantes antes de que dieran comienzo las declaraciones, que fueron a puerta cerrada, en el informe clínico de Urgencias no se recogía que se le hubiera practicado dicha prueba ni tampoco en el informe de asistencia, el cual está firmado por el facultativo especialista del área de Pediatría.
Por otro lado, según se hizo saber a este diario, los declarantes mostraron contradicciones en sus versiones. Por un lado, la doctora y una de las enfermeras apuntaron a que la niña de tres años llegó al Hospital Comarcal sin síntomas de gravedad. Por el otro, según fuentes cercanas al caso, la segunda enfermera aseguró que la pequeña llegó a Urgencias en estado cianótico.
Valoración de Intercultura
La presidenta de Intercultura, Yonaida Selam, y el responsable de Los Verdes, Toni Roderic, acompañaron ayer a la madre de Naira, María José Fernández, quien acudió a las Torres del V Centenario, pese a que no había sido llamada a declarar.
Tras los testimonios del personal sanitario, Selam aseguró que la actuación del Ingesa en este asunto era «escandalosamente corporativista» y lamentó la «falta de empatía» con la familia de la pequeña fallecida.
Apostilló también que duda de la veracidad del documento aportado ayer con los resultados de la prueba de la pulsioximetría. «Casualmente no ha estado presente en todos estos meses», señaló. Incidió en que la propia madre de la menor negó que se le hubiera realizado a la pequeña dicha práctica. «Naira falleció a las tres horas de ingresar en urgencias en estado cianótico y eso es innegable», zanjó la portavoz de Intercultura.
