El intento de entrada masiva de ayer, en el que 800 subsaharianos se aproximaron al perímetro fronterizo y una decena consiguió entrar tras una caótica mañana en la valla y el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), dejó ayer una “realista” valoración por parte del Gobierno local. Su portavoz, Daniel Conesa, dijo los intentos de entrada irregular “no van a parar” porque “la desesperación puede con todas las vallas”. Conesa puntualizó que no se trata de ser pesimista, sino que “hay que ser realista porque ese drama humano no hay obstáculo que lo salve al 100%”. “Contra el hambre y la desesperación, las vallas sirven lo que sirven”, agregó Conesa subrayando que una persona que no está en una situación de ese tipo no escala alambradas de seis metros ni se lanza al otro lado con la posibilidad de sufrir lesiones o la pérdida incluso de su propia vida. Sin embargo, dejó claro que España debe proteger sus fronteras y por eso es necesario “utilizar todos los obstáculos que se puedan para que esa violación de las fronteras no se produzca”.
Se refirió así a la valla que el gobierno de Marruecos está construyendo a pocos metros del perímetro de Melilla para tratar de dificultar el acceso de los inmigrantes a la frontera de la ciudad, sobre la que dijo que si se establece un nuevo obstáculo “siempre será más disuasorio” aunque no garantice al 100 % que pueda acabar con el problema.
Además, defendió que los obstáculos contribuirán a que la inmigración irregular vaya desapareciendo al “disminuir las posibilidades de que las mafias utilicen a personas desesperadas para obtener pingües beneficios” en el tráfico de personas, por lo que dio la “bienvenida” a la pequeña alambrada que Marruecos está levantando.
El salto de ayer
Respecto al intento de salto masivo que se produjo ayer desde primera hora de la mañana, Conesa insistió en que “la presión extrema conlleva esta posibilidad de que prácticamente a diario estemos viviendo situaciones de intento que se materializan o no”.
En este sentido, destacó que muchos de los intentos no se traducen en entradas irregulares a Melilla gracias a la intervención de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en el lado español, y también a la colaboración de las autoridades marroquíes en su territorio, de las que dijo que están haciendo “una labor importante”.
“Sin la colaboración de Marruecos, la situación sería mucho peor”, manifestó Conesa, que recordó que “no siempre se puede contener una marea humana de ese tipo” porque los inmigrantes “no van precisamente pidiendo permiso para saltar la valla”. De este modo, además, quiso salir en defensa de la ayuda que presta el país vecino frente a los que ponen en duda esa cooperación.