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¿Cómo sano mis heridas emocionales?

Por Natalia Bocanegra (“www.coachnataliabocanegra.es”)

Como ya dije en el artículo anterior, rebelaré el gran secreto de cómo sanar estas heridas emocionales para que podáis vivir en paz con vosotros mismos, o al menos para que conozcáis la guía y ya hagáis lo que creáis conveniente en vuestra vida.

¿Os acordáis que hablé de una máscara tras la que se ocultaban todas esas heridas de abandono, traición, humillación, etc? Pues esa máscara es el ego. Os preguntareis ¿De dónde viene el ego? Pues de la mente, lo creamos nosotros mentalmente. El ego es como si tuvieses un vecino el cual le hemos dado mucha confianza y se cree con derecho de venir todos los días a nuestra casa para decirnos cómo debemos vivir nuestra vida, por lo que este vecino se siente muy importante y está convencido que no podríamos vivir sin él. Ese vecino (esta metáfora) es ni más ni menos que el ego. ¿Y puedes juzgar a ese vecino? Pues no, primero porque tú le has ido dejando que vaya adentrándose cada vez más y sobre todo porque realmente él piensa que te está haciendo un favor, por lo que cree que te hace un bien, es decir, no está actuando con maldad.

Por lo que al igual que el vecino no puede verse a sí mismo, el ego tampoco, y por esta razón debemos aprender a observarnos a nosotros mismos, para así darnos cuenta de su presencia. El ego es simplemente energía mental, está en la mente, no sale del corazón. Cuando experimentas miedos y emociones son manifestaciones del ego que es las totales creencias que te impiden ser tú mismo/a.
La etapa más importante para sanar las heridas emocionales es la aceptación. Debemos aceptar que el ego está convencido de que nos ayuda por medio de las creencias limitantes vinculadas a esa herida y no tiene ni idea de las necesidades que tiene tu alma, ni de tu plan de vida. Por eso, en mi Podcast Nº 3 de ¡Liderarte es tu opción! Que trata sobre Mente o Corazón en Spotify, explico cómo hacer caso a nuestro corazón que es nuestra misma alma. Se trata de la intuición, esa es la voz de nuestra alma. Es ligera y siempre espontánea, de hecho hay que atraparla al vuelo, sino, pasa de largo. Por eso a veces te puedes preguntar si te habla tu mente o tu corazón en esas decisiones que puedes llegar atomar tan delicadas.

La única manera de saberlo es comprobar lo que se siente, si sientes miedo o incomodidad o preocupación o simple malestar, hay que tener claro que la respuesta no viene de tu intuición/alma, sino que viene de tu ego, lo que viene de la intuición, o del alma, es bondadoso y compasivo, viene desde el amor incondicional por lo que jamás podría sentir malestar.

Observa la herida en vez de dejar que la máscara del ego dirija lo que le convenga de esa herida. Es normal y es también de ser humano tener heridas emocionales, lo importante es darse cuenta de ellas y de cómo tratarlas sin dejar que el ego la enmascare de nuevo. Debemos abrazar emocionalmente a esa herida, observarla y ponerle un nombre, como por ejemplo, “Tormenta”, y hablar con Tormenta por mucho que parezca de locos, es la manera más efectiva de acallarla y relajarla sin que nos haga daño. Debemos vivir con el ego en nuestra vida porque es esencial para nuestra existencia, aunque sí que es cierto que debemos mantenerlo equilibrado porque es lo que hará que tengamos amor propio y autoestima. Un ego bien controlado y cuidado hace que nuestra vida sea más segura y fácil. Un ego poco controlado y crecido o demasiado deteriorado, o nos hace prepotente y arrogantes con agonía, o nos hace pesimistas y nos deja con la autoestima por los suelos creyendo que no valemos nada. Por eso es tan importante controlarlo desde el amor, desde el cariño, ya que, como ese vecino no se enteraba, el ego tampoco se entera por lo que si lo tratamos con cariño y amabilidad se controla perfectamente. ¿Por qué hablo tanto del ego? Porque si recordáis todas las heridas tenían una máscara, pues todas y cada una de las máscaras que tenían todas las heridas es el mismísimo ego. Si aceptas y te responsabilizas sin echar culpas fuera ni dentro, sin juzgar, ya que todos tenemos algo por lo que podemos hacer las cosas mal en algún momento, podrás alcanzar este nivel de observación y así controlar al ego y con ello empezar a dar pasos para la sanación de la herida emocional.
Una vez termines de aceptar y responsabilizarte desde el amor y el cariño. Debes pasar unas etapas adicionales sobre el PERDÓN. ¡Mirad! Las situaciones repetitivas hacen que tu ira crezca cada vez más y con ello el dolor interno que tienes es mayor y más duradero, por lo que debes aprender a perdonarte por haberte hecho daño a ti mismo/a. Ese ego que no se
calla debe callarse y la única manera es dándole ese cariño y abrazando su dolor, su ira, su resentimiento y perdonarte porque así lo perdonas a él y hace de todo una armonía conjunta en tu interior. Te dejo las etapas del perdón para que las apliques con sabiduría dentro de tu ser.
La etapa de ser consciente de las emociones y de las acusaciones, la etapa de hacerte responsable sin juicios, la etapa de reconciliarte con el otro y de perdonarte a ti mismo. La etapa de vincularte con uno de los padres que te activó esta herida, la etapa del deseo de expresar tus descubrimientos, la etapa de quedar con la persona involucrada para expresarte desde el perdón.
Todo esto te dará unos beneficios corporales y mentales inigualables. A medida que tus heridas vayan disminuyendo podrás observar cambios físicos en ti y van a disminuir tus miedos asociados a esas heridas. Acordarse siempre de esto; CUANDO EL CORAZÓN NOS DIRIGE, DEJAMOS DE CRITICAR Y APROVECHAMOS CADA EXPERIENCIA PARA APRENDER A AMAR AÚN MÁS.
Sin más os dejo mi página web www.coachnataliabocanegra.es que la podréis encontrar en Google, por si en algún momento necesitáis ayuda, solo debéis entrar y escribirme en el símbolo de whatsapp que aparece. Un abrazo a todos y que tengáis una feliz semana. Gracias.

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