Probablemente se hayan perdido unos días para empezar el curso en el Conservatorio, pero lo que está claro es que se ha dado una lección de cómo la información y agilidad deben primar ante un problema de esta índole, algo que por desgracia no ha ocurrido siempre en esta ciudad El mal estado estructural en el que se encuentra el edificio del Conservatorio de Música, de la calle Miguel Zazo, ha supuesto todo un contratiempo para poder iniciar el curso con normalidad. Pero también es verdad que la reacción de los responsables del Ministerio de Educación, Cultura y Deportes en la ciudad ha sido ejemplar por lo que supone la seguridad de los alumnos y profesores que deben ir a clase a diario hasta este edificio. Ante la alarma y preocupación que pudiera surgir entre los padres al enterarse de que el centro está dañado, el director provincial del Ministerio de Educación, José Manuel Calzado, dejó bien claro desde un principio que no se iba a poner a nadie en riesgo y ha dado información puntual en cuanto la ha tenido. Su actitud ante este problema ha sido intachable y posiblemente esté ahí la clave de que no haya cundido el pánico ni la indignación entre los padres, que fueron el pasado lunes a la reunión para ser informados personalmente por el propio director provincial de lo que estaba pasando.
La información, cuando ocurren imprevistos que pueden afectar a la integridad de las personas, es fundamental para que el problema no vaya a más. Y así ha quedado demostrado de nuevo en este capítulo del Conservatorio de Música, ya que los principales afectados por esta incidencia en el edificio, tanto alumnos (y sus padres) como profesores, han recibido la información prácticamente en tiempo y real y sin intermediarios. Primero fue en la reunión del PEC y después en Twitter, donde Calzado facilitó las conclusiones del informe prácticamente el martes por la tarde, al mismo tiempo que la Ciudad Autónoma hacía lo propio a los medios de comunicación. Ya lo había dicho a los padres, que usaría su perfil de las redes sociales para informar en cuanto hubiera novedades, y así lo ha hecho hasta ahora.
Por tanto, nadie puede dudar de que en este caso no se están haciendo las cosas con transparencia y que no hay predisposición por todas las partes, que es la mejor vía para hallar una solución ante un problema que afecta a tanta gente. Así se pudo palpar en la reunión urgente a la que se convocó a los padres, marcada por el ánimo constructivo y la cordialidad pese a estar en la cabeza de todos la incertidumbre por lo que podría ocurrir al no haber todavía en ese momento un informe técnico sobre la mesa. El próximo lunes habrá otra reunión en la que los responsables del Ministerio de Educación tomarán una decisión teniendo en cuenta la opinión de los afectados y conociendo ya de manera pormenorizada la situación. Probablemente se hayan perdido unos días para empezar el curso en el Conservatorio, pero lo que está claro es que se ha dado una lección de cómo la información y agilidad deben primar ante un problema de esta índole, algo que por desgracia no ha ocurrido siempre en esta ciudad.
