Falleció el 28 de octubre de 1893 de un disparo de un rifeño en la cabeza cuando intentaba recuperar las fortificaciones de Cabrerizas y Rostrogordo

CHCM recuerda la trayectoria militar del general García Margallo

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Continuando con el plan de difusión de la Cultura de Defensa, promovido por el Centro de Historia y Cultura Militar, relacionado principalmente con el Ejército en Melilla, se han recordado los hechos que sucedieron un 28 de octubre de 1893 en torno al general Margallo, un nombre conocido para los melillenses pero del que tal vez no se sepa mucho sobre su carrera como militar que finalizó trágicamente al recibir un disparo de los rifeños en la cabeza cuando trataba de recuperar el fuerte de Cabrerizas Altas, que hoy se encuentra dentro del Acuartelamiento Millán Astray.
Juan García Margallo y García nació el 12 de julio de 1839 en Montánchez, un bello pueblo extremeño asentando en la serranía del mismo nombre, enclavado al norte de la provincia de Cáceres. Era hijo de Ildefonso García Margallo y Jara y de Agustina García Rubio.

Ingresó como cadete en el Colegio de Infantería en 1855, donde permaneció dos años hasta ser promovido al empleo de alférez, siendo destinado al Regimiento de Infantería de la Reina nº 2. En 1859 en Puerto Real (Cádiz) se incorpora al Batallón de Cazadores Figueras nº 8, con el fin de embarcar en el vapor Vizentin rumbo a Ceuta, donde llegarían el 27 de octubre. Pronto entra en operaciones con el Ejército que estaba allí a las órdenes del general en jefe, Leopoldo O´Donnell, conde de Lucena.

Unas contusiones recibidas en acciones de guerra en los primeros días de enero de 1860 le hicieron acreedor de una mención honorífica y del grado de teniente. Durante 1861 estuvo de guarnición en Tetuán, pero al ser evacuada esta Plaza, se dirigió a Ceuta para, posteriormente, incorporarse a su batallón en Madrid, donde permaneció el período comprendido entre 1862 y 1865. Obtiene el empleo de capitán por méritos de guerra un año después.

Le destinan a Cádiz en 1868 y, bajo las órdenes del general Antonio Caballero y Fernández de Rodas, estaría de operaciones por Andalucía. Ascendió entonces a comandante.En 1871, el 5 de febrero, prestó juramento de fidelidad y obediencia al monarca, entonces Amadeo de Saboya, ante el gobernador militar de Córdoba.

El 15 de enero de 1872, recibió autorización para poder contraer matrimonio un mes después con Adelaida Cuadrado Aznar. Poco duró la felicidad del momento porque, como consecuencia de la insurrección carlista Juan García Margallo se vio obligado a salir con su batallón hacia Navarra y las Vascongadas. Permaneció en esta zona hasta que se produjo la liberación de la ciudad de Bilbao en 1874.

En los años siguientes tendría sucesivos destinos que le llevaron por toda la geografía española: Logroño, Valladolid, Cádiz, Madrid, etc. Todas estas operaciones culminarían en los correspondientes ascensos, así como diversas recompensas y condecoraciones.

Por Real Decreto, fechado en febrero de 1890, el entonces coronel García Margallo es promovido al empleo de general de brigada, siendo nombrado gobernador militar de León. No gozando de muy buena salud el 23 de julio le fueron concedidos dos meses de licencia para su restablecimiento.

Otro Real Decreto de 31 de agosto de 1891, le trasladó a Melilla para ocupar el mismo cargo que en León, encargándose del mando de la misma un mes después.

Este fue el último destinado de su dilatada carrera militar, en la que resulta un tanto significativo que a diferencia de la mayoría de militares de su época no estuvo destinado ni en Cuba ni en Filipinas.

Cuando falleció había cumplido 38 años, 4 meses y 2 días de servicio activo

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