La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) es contundente en su informe de este año, en el que critica que las oficinas de asilo de Ceuta y Melilla, que puso en marcha el Gobierno en noviembre de 2014, han demostrado su “ineficacia”. “Estas oficinas siguen siendo una mentira y un fracaso”, aseveró ayer la secretaria general de CEAR, Estrella Galán. Esta ONG basa su conclusión en los datos de solicitudes de asilo, que el año pasado en Melilla se redujeron de manera considerable, hasta el punto de que sólo se registraron un tercio de todas las que se habían presentado en 2015.
Según CEAR, este descenso se explica por la caída tan significativa de solicitantes en la oficina de asilo que funciona en el puesto fronterizo de Beni Enzar, donde 2.038 personas pidieron asilo en 2016, casi una tercera parte de las que lo hicieron en 2015, que fueron casi 6.000.
El número de solicitudes de asilo fueron algo más en Melilla, ya que además de las presentadas en la oficina, se suman las registradas en el territorio. En total, 2.440 personas solicitaron protección internacional en nuestra ciudad, de las que 1.829 procedían de Siria, seguida de Palestina con 173 y Marruecos, con 161.
Estrella Galán denunció, que el acceso a esta oficina es “misión imposible” para las personas de origen subsahariano, que están “vetadas”. Afirmó que tampoco son accesibles para los sirios porque tienen que “cometer irregularidades” para acercarse a la frontera española y pedir protección.
CEAR plantea entre sus reivindicaciones la necesidad de suprimir la exigencia de visado de tránsito en países en conflicto, como Siria, poner fin a las “devoluciones en caliente” en Ceuta y Melilla y establecer vías legales y seguras como ‘visados humanitarios’.
