Si leen los nombres: Tomás Mayor Bailón, y Raimundo Mata Santos, creo que no les dirán nada, pero si les digo que fueron dos soldados de Infantería del Bon. Cazadores de Llerena, nº 11, que cayeron heroicamente en el Barranco del Lobo, el
27.07.1909, ya les dará que pensar un poco. Pues bien, el soldado Tomás Mayor, en su nombre y en el de su compañero, Raimundo Matas, es el que hoy nos escribe, y dice así:
“Queridos melillenses: Soy Tomás Mayor Bailón, y pertenezco al Batallón de Llerena nº 11. Estoy junto a mi compañero de mi mismo batallón: Raimundo Mata Santos. Los dos nos encontramos en el Panteón de Margallo, de este Cementerio. Raimundo me dice que como tiene la caligrafía muy rara, debo ser yo el que me dirija a ustedes en nombre de los dos. Tengo que decirles que a ambos nos mataron los moros, el 27.07.1909, en el Barranco del Lobo, cercano al de Alfer, en el Gurugú. Ese mismo día caímos muchos españoles pertenecientes a los batallones: Barbastro, Arapiles, Figueras, Las Navas, y nosotros los del Llerena. Todos de la Brigada Pintos, llamada así por el General D. Guillermo Pintos Ledesma. Hace unos días uno de nuestros compañeros nos comentaba que el que fuera Director de la Banda de nuestro Regimiento, D. Pascual Marquina, compuso el pasodoble: “Cazadores de Llerena”, cosa que si algún año, la Banda Militar de guarnición en Melilla, tuviera a bien interpretarla, junto a nuestro Panteón, no saben ustedes lo agradecidos que les estaríamos todos. Me dicen que es muy bonita, y con gran marcialidad. Tengo que decir que al llegar aquí, entre otros jefes y oficiales, nos estaba esperando el Tte. Col. del Rgto. de Infantería, Melilla nº 59, D. Federico Julio Ceballos, caído a las cinco de la tarde, del 18 de julio, nueve días antes que nosotros, en los puntos de Sidi Ahmed el Hach, Sidi Musa y el Atalayón. Él reside en nuestro mismo Panteón, en el nicho nº 1, de la fila nº 1.
Muchas veces, en nuestras reuniones que hacemos en este hermoso jardín, comentamos lo agradecidos que les estamos a las personas anónimas, que vienen a rezar por nuestras almas. Mi amigo Raimundo me dice que les transmita un fuerte abrazo a todos ustedes. Yo digo igual, pero muy especialmente a todas las madres, como las nuestras, que perdieron a sus hijos defendiendo el honor de la Patria, y la españolidad de Melilla”.
También me he estado imaginando a nuestros héroes, Tomás Bailón, y Raimundo Mata, asomados a la barandilla del Bonete (Faro de El Pueblo), como en la proa de un gran velero, cabalgando entre las rocas de Trapana, y la “Boca del León”, gritando a los cuatro vientos: “¡¡Melilla, es España!!”.
