La “Carta” de hoy la escribe un soldado de Infantería, que por los datos históricos que aporta, es merecido que se lean, y se sepan, y dice así:
“Queridos melillenses: Me llamo: Leogardo Giménez Paniagua, y pertenezco al Bon. de Infantería de Madrid nº 2. Nací en Cervillego de la Cruz, a pocos kilómetros de Fuente el Sol; un pequeño pueblecito de la provincia de Valladolid. Soy huérfano de madre, que según mi padre, ella falleció al traerme a la vida, hace ahora 21 años. Les estoy escribiendo, como lo suelen hacer muchos compañeros, desde el Panteón de Margallo, cerca de las escaleras del “Ángel”. El día 28.06.1909 fallecí a consecuencias de unas fiebres tifoideas, ocasionadas por las heridas, que los moros me infirieron, el día anterior. Hace unos días me encontré al Soldado, Francisco Martín Jordán, del Bon. de las Navas nº 10, cuando visitaba al General Pintos; cosa que me llamó la atención, ya que viene desde el lugar donde está enterrado, y al preguntarle el motivo de esa visita, el muchacho me contó que el día 27.07.1909, cuando recuperó dos mulas cargadas de armamento, que los moros se llevaban, el General Pintos, lo llamó para felicitarlo, abrazarlo, y ofrecerle que montara el caballo de un jefe moro. Cuando ya se despedían, al sentarse el General, en una gran piedra que había en la ladera, recibió éste un disparo, que le causó la muerte instantánea. Desde entonces este soldado no deja de hacerle su visita, de respeto y cariño, a su General. Cuando estábamos comentando el hecho, se acercaron cuatro soldados, que cayeron en las murallas de la Plaza, el día 9.01.1775, cuando el Emperador de Marruecos puso sitio a Melilla. Sus nombres son: José Soline, Soldado Granadero, del Rgto. de Nápoles; Matías Torrijo, del Rgto. de La Princesa; Baltasar Giner, del Bon. de Ligeros de Cataluña, y Francisco Madrigal, desterrado, destinado en la Maestranza, que fue tratado como uno más, de los héroes caídos en esas murallas defensoras de la Plaza. Sin otro particular, y con pesar, me despido de ustedes, deseándoles lo mejor.
Ruego que al pasar por nuestro Panteón nos brinden una simple sonrisa, y una corta oración por nuestras almas. Un abrazo muy fuerte”.
Muchos melillenses que peinamos canas, recordamos la famosa “Piedra Pintos”, a que se refiere nuestro soldado Leogardo. Como sabrán es la que íbamos de gira campestre algunos días buenos de sol; en la que se podía leer la famosa inscripción funeraria del glorioso General, D.
Guillermo Pintos Ledesma. Sirvan estas humildes líneas de recuerdo hacia él y a los que cayeron en esa ladera del Gurugú en aquéllos días tan gloriosos para nuestra Patria.
Y para tener encendida la llama de mi perenne petición, repito que el Cementerio de La Purísima, debe denominarse: “CEMENTRERIO NACIONAL DE HÉROES”.
También si desean leer el “Pedimento de la Virgen de la Victoria”, solo deben escribir: http://.pedimento.blogspot.com.es/.
