El director del Observatorio de Ceuta y Melilla, Carlos Echeverría, asegura que es de los que se sonroja viendo las imágenes de este miércoles en ambas fronteras. No solo por el rechazo en sí de los camiones -uno por cada ciudad-, también por unas argumentaciones poco novedosas. “Yo creo que es demasiado evidente, pero bueno, habrá quien no lo quiera ver. Allá ellos, pero una filigrana típica de nuestro vecino. Estamos ante un nuevo capítulo de las maniobras marroquíes para, a través de estrategias híbridas, crear una zona gris alrededor de los territorios españoles en el norte de África”, subraya tajante.
El experto habla de “un juego inaceptable”, hace hincapié en la “vecindad complicada” y no duda en que Marruecos cuenta con “muchas herramientas de presión” a España a través de las dos ciudades autónomas con las que comparte frontera. La posición del Ejecutivo Central, admite, no es fácil.
“El objetivo del país vecino no es tener una normalidad con Ceuta y Melilla en ningún aspecto. Les interesa mostrar que ambas son vulnerables. El Gobierno está ahí atrapado. Tiene que tratar de recuperar esa normalidad y siempre debe tener en cuenta esas herramientas de presión de las que hablo, que son los flujos migratorios, las drogas…”, apunta Echeverría, que insiste en que ambas ciudades autónomas deberían centrarse en “más España, más Europa” y dejar de intentar establecer un tránsito comercial con Marruecos.
“Es inadmisible”
Para Echeverría la posición de España tiene que ser “mucho más contundente, sólida y clara” en sus planteamientos. “Es decir, no vamos a reabrir la aduana en Melilla y crear la aduana de Ceuta con unas condiciones que al final solo van a beneficiar a Marruecos. Eso es inadmisible”, recalca. Para el experto, los movimientos del reino alauita son imprevisibles, pero incide en que el país vecino “siempre mueve primero”. “La vida sigue. Ellos no quieren que las dos ciudades autónomas vayan bien y lo que no podemos es seguir pendientes de cuáles son las cosas que van a pasar”.