El Melilla Sport Capital Balonmano destaca la importancia de haber fichado a un jugador de la calidad de Bruno Felipe Claudino de Santana, que con su experiencia y veteranía aportará bastante al equipo melillense en la segunda vuelta de Liga. De igual modo, considera que ver jugar al internacional brasileño es, para los aficionados al balonmano, como escalar el Everest para un alpinista. “Es casi una ensoñación, ya que hablamos de uno de los mejores centrales de la historia del balonmano mundial”, resalta el club.
Bruno Santana ha jugado más de 15 años con la elástica de Brasil, con la que ha disputado cinco Campeonatos Mundiales, cinco Campeonatos Sudamericanos, cuatro Juegos Panamericanos y dos Juegos Olímpicos. Un jugador que ya fue elegido mejor central del mundo Junior en 2003, que ha logrado levantar ocho ligas brasileñas y que es una estrella deportiva en su país.
La entidad que preside Nasser Bagdad resalta también que el club ha conseguido fichar a un jugador que se iba a retirar este año después de 22 temporadas como jugador profesional. Y lo iba a hacer con una espinita clavada en el corazón, ya que toda su carrera la disputó en Brasil y siempre se quedó con el poso de no haber jugado en el continente europeo, a pesar de haber tenido ofertas, donde están las mejores Ligas.
El central brasileño asegura que cuando ya tenía decidido colgar las botas y seguir su carrera como entrenador llegó la llamada de Melilla: “Para mí jugar en Europa ha sido siempre un sueño y apareció esta oportunidad, al final ya de mi carrera, y he decidido venir y probar. Aquí tengo dos buenos amigos, como son Nailson Amaral y Jean de Jesús, que me llamaron y me insistieron, y lo dejé todo por un sueño, por lo que aquí estoy, dispuesto a cumplir mi gran sueño en Melilla”.
También señala que sus compatriotas del Melilla Balonmano ya le habían hecho de embajadores y le habían contado lo más bonito y positivo de la ciudad y del club, aunque la impresión al llegar ha sido todavía mejor: “Llevo pocos días aquí y no conozco bien la ciudad, pero creo que es un lugar muy bonito y tranquilo, un buen lugar para vivir, desde luego. Los compañeros de equipo son estupendos y me han recibido muy bien, muy amables y cariñosos. El equipo está bien y estoy deseando empezar a jugar”.
Bruno es ‘perro viejo’, y aunque se fía de sus amigos Amaral y De Jesús, ya hizo una buena labor de scouting antes de darle el ‘sí, quiero’ a Eric Bencheluh, secretario técnico del club. El internacional carioca se muestra muy satisfecho con el nivel del equipo y lo ve luchando por todo en esta temporada: “Antes de venir, estuve mirando los vídeos de los partidos y puedo acreditar que el equipo tiene calidad suficiente para luchar por la fase de ascenso, estoy seguro”.
Los que no le han visto levantando pesas o saltando en los entrenamientos, pueden quedarse sólo con que ha cumplido ya los 40 años, pero sin duda está muy en forma y, además, su principal virtud radica en su cabeza, ya que es un gran director de juego, lee muy bien los ataques y lleva a la perfección el tempo de los partidos, algo que venía de serie, pero que no sólo no ha perdido, sino que ha mejorado con los años: “Soy un jugador experimentado y creo que puedo ayudar al equipo principalmente en los momentos claves del partido”.
Una leyenda viva y en activo que ha venido a Melilla para aportar experiencia y dinamismo, y para servir como revulsivo para un conjunto que quiere salir cuanto antes del bache de resultados y volver a luchar por los puestos de ascenso.
