Los dos jugadores catalanes volverán este próximo viernes, por primera vez en partido oficial, al Pabellón Marta Domínguez. El decano intentará aprovechar su experiencia y conocimiento del conjunto palentino para lograr una victoria que ponga fin a la racha de tres derrotas consecutivas que acumula el equipo melillense. A los jugadores catalanes Quique Garrido y Carles Bravo les ha llegado esa fecha que tendrían marcada en su mente desde que allá por el mes de septiembre se hiciera público el calendario de esta temporada. Así, el viernes volverán ambos, por primera vez en partido oficial, a Palencia para enfrentarse al Quesos Cerrato, una camiseta que ambos defendieron en las últimas campañas.
El escolta perteneció al conjunto palentino durante seis temporadas consecutivas, antes de firmar el pasado verano por el Melilla Baloncesto. Bravo recalaba en el año 2008 en tierras castellano-leonesas, cuando militaba aún en la Adecco Plata. Su primer año no pudo ser mejor, ya que logró levantar la Copa y conseguir el ascenso. Las cincos campañas siguientes, el barcelonés se convirtió en santo y seña del equipo morado, llegando a ser el capitán del equipo y siendo el máximo anotador del club, con 2.452 puntos en 206 partidos disputados.
Dos temporadas menos, cuatro, vistió Garrido la elástica del Quesos Cerrato. En esos cuatro ejercicios el de Girona disputó un total de 132 encuentros, anotando 1.069 puntos y repartiendo 379 asistencias.
Ambos jugadores han sido claves en el crecimiento de la entidad palentina en los últimos años, pasando de disputar los play out de descenso, en el curso 2010-2011, a jugar la final de ascenso y de la Copa Príncipe, el pasado año con Bravo y Garrido en sus filas.
Este pasado mes de septiembre ambos volvieron al ‘Marta Domínguez’ para disputar un choque amistoso de pretemporada, que se saldó con con victoria de los locales por 90-81. A pesar de la derrota, la vuelta le sentó bien a Bravo, quien anotó 26 puntos, no tanto a Garrido que estuvo más gris en el partido. En los prolegómenos, ambos jugadores fueron recibidos con una gran ovación, dejando claro que son dos de los más queridos por el público palentino.
Sin lugar a dudas, el de este próximo viernes será un encuentro muy especial para los dos jugadores con pasado morado y que visitarán, defendiendo la camiseta del Club Melilla Baloncesto, la que fue su cancha durante tantas y tantas temporadas.
