La Guardia Civil y el Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento de Melilla rescataron en la madrugada del domingo al lunes a un joven, de 29 años de edad, de nacionalidad marroquí que llevaba varios días escondido en un contenedor de mercancías con el fin de conseguir llegar a la Península de forma clandestina en alguno de los barcos. Fue gracia a un ciudadano que empezó a escuchar gritos que partían de la explanada acotada, ubicada en la zona restringida del puerto comercial y que avisó a la Guardia Civil. La Guardia Civil y el Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento de Melilla rescataron en la madrugada del domingo al lunes sobre las 1,00 horas a un joven de 29 años de edad, de nacionalidad marroquí que llevaba varios días encerrado en un contenedor en el Puerto de Melilla con el fin de poder ir como polizón en algún barco hasta la Península.
Según relata la Guardia Civil a través de un comunicado, el suceso se produjo a raíz del aviso de un ciudadano melillense, quien alertó a la Benemérita de que había escuchado gritos que partían de la explanada acotada, ubicada en la zona restringida del puerto comercial.
Tras desplazarse los agentes hasta el lugar, pudieron comprobar que los gritos partían del interior de un contenedor de mercancías, situado sobre otros dos, a unos diez metros de altura, motivo por el que solicitaron la colaboración del Servicio de Bomberos de la Ciudad.
Por su parte, según han indicado fuentes del Servicio de Bomberos se desplazaron hasta el lugar dos bomberos y un mando con uno de los vehículos con escaleras automáticas, así como con un colchón de salvamento con el fin de paliar las posibles caídas.
Tras llegar al lugar los bomberos con la canasta que tienen al final la escalera automática, subieron acompañados de un guardia civil para inspección del contenedor.
Una vez se pudo abrir el contenedor, los bomberos y los guardias civiles comprobaron que había una persona dentro por lo que lo subieron a la canasta del vehículo y lo bajaron a tierra firme.
Asimismo, tras el auxilio los agentes comprobaron que presentaba buen estado de salud, por lo que no necesitó asistencia sanitaria. El joven era de nacionalidad y residencia en Marruecos por lo que si bien contaba con documentación se encontraba en situación irregular.
Según le contó el joven a los agentes llevaba varios días en el interior del mismo, siendo su objetivo embarcar de forma clandestina en los buques que atracan en el Puerto, con destino a la Península.
