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Blas Jesús Imbroda: “En Venezuela se cometen crímenes de lesa humanidad”

Luisa Ortega, en La Haya junto con Blas Jesús Imbroda

El decano del Ilustre Colegio de Abogados de Melilla, Blas Jesús Imbroda, se reunió esta semana con el secretario general de la OEA, Luís Almagro, en el marco de sus actuaciones a nivel internacional en defensa de los derechos humanos. En este campo, uno de los frentes más activos del reputado abogado melillense es precisamente la denuncia contra el régimen de Maduro por la presunta comisión de delitos de lesa humanidad. Imbroda es actualmente asesor de la ex-Fiscal General de Venezuela, promotora de la denuncia. El decano del Ilustre Colegio de Abogados de Melilla, Blas Jesús Imbroda, se reunió esta semana en Washington con el secretario general de la Organización de los Estados Americanos / Organization of American States (OAS), Luis Almagro Lemes, para proponerle la colaboración entre las dos instituciones en la defensa de los Derechos Humanos y la Justicia Penal Internacional en América.

Esta reunión es na muestra más del compromiso del decano del ICAME con la aplicación de la justicia internacional y la salvaguarda de los derechos humanos, particularmente en el caso del régimen de Nicolás Maduro en Venezuela. Blas Jesús Imbroda es en la actualidad asesor jurídico de la ex-Fiscal General del Estado venezolano, Luisa Ortega Díaz, quien se encuentra actualmente en el exilio y luchando activamente por llevar a los mandatarios del régimen bolivariano ante la Corte Penal Internacional.

Pero ¿cómo ha llegado el decano del colegio de abogados de Melilla a “sumergirse” en la lucha contra el régimen de Nicolás Maduro? Blas Jesús Imbroda, en declaraciones realizadas para MELILLA HOY, afirma que dos fiscales del equipo de Luisa Ortega le contactaron en una visita a Ginebra para una reunión del Alto Comisionado de Derechos Humanos; “hablaron conmigo para que trabajáramos este tema, y a raíz de esto me puse a revisar toda la documentación”, siendo este el principio de una colaboración que ha supuesto la presentación de una denuncia contra el régimen bolivariano por la supuesta comisión de crímenes de lesa humanidad.

Imbroda saca una conclusión clara de su “inmersión” en el caso venezolano: “se cometen crímenes de lesa humanidad y este régimen no parará de cometerlos mientras dure […] se está torturando, se está deteniendo arbitrariamente, se están produciendo persecuciones políticas y se está matando gente […] de forma sistemática y organizada, desde el propio aparato del Estado”.

El decano destacó el “infierno” que están pasando los venezolanos y se mostró confiado en que la exposición del caso y la presentación de la denuncia ante la Corte Penal Internacional sirva para el dictamen de una orden de detención internacional contra Nicolás Maduro; la emisión de esta orden, según afirma el decano, supondría no solo que Maduro no podría salir de Venezuela, sino también un enorme descrédito ante la Comunidad Internacional.

Ante la pregunta de qué posibilidades cree el decano que tiene la denuncia de salir adelante, Imbroda afirmó que desde su punto de vista y desde el punto de vista de la legalidad, no hay más posibilidad que el dictamen de la orden de detención. La principal complicación de este caso es que “se están tratando delitos que no han finalizado, sino que se siguen cometiendo hoy en día”; cuando lo habitual es que se juzguen delitos cometidos, no en comisión.

Una bomba de relojería
Una de las preguntas más recurrentes en cuanto a la crítica situación de Venezuela es, precisamente, cómo el pueblo venezolano es capaz de soportar una situación de extrema necesidad y gran inestabilidad sin alzarse en armas contra el régimen; recordemos que en la actualidad (según informaciones publicadas por el diario El Mundo) los venezolanos están pagando más de cinco millones de bolívares por una lata de atún, o lo que es lo mismo, el equivalente al salario medio venezolano (poco más de un euro, con el que paradójicamente se podrían comprar millones de litros de gasolina). Desde la opinión experta de Blas Jesús Imbroda, se concluye que Venezuela es una auténtica bomba de relojería: “los venezolanos ya se alzaron el año pasado contra el gobierno, y hubo muchas muertes; la situación es tan crítica que, más pronto que tarde, los venezolanos van a acabar por estallar”.

La situación en Venezuela, según la mayoría de expertos es, desde hace mucho tiempo, totalmente insostenible; ya durante el año pasado se especuló con un hipotético alzamiento militar orquestado por Diosdado Cabello, quien cuenta con la lealtad de las fuerzas de seguridad y el ejercito. Por otro lado, los opositores al régimen entran y salen de las cárceles afirmando ser víctimas de tortura y entre grandes disturbios.

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Fernando Lamas Moreno

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