«Nunca voy contra las herramientas o el instrumento, sino contra el uso que se pueda dar del mismo», ha dejado claro el director provincial de Educación, quien considera que «no se pueden restringir» que se lleven móviles a un centro educativo, ya que éste es «propiedad del que lo lleva»
En las últimas semanas se ha reavivado el debate en torno a la presencia de los móviles en colegios, institutos y demás centros educativos después de que Andalucía y Galicia se hayan convertido en las primeras comunidades autónomas en restringir o regular el uso de dichos dispositivos electrónicos en sus respectivos centros educativos.
Un debate que ha ido en aumento en los últimos días después de que el Ministerio de Educación haya propuesto a las comunidades prohibir los celulares en Educación Primaria y regularlo en Secundaria con la idea de que los alumnos no puedan utilizarlos en la escuela hasta los 12 años. A partir de esa edad, solo lo podrán emplear bajo la supervisión de un profesor.
La postura que mantiene en este aspecto el director provincial de Educación, Juan Ángel Berbel, es la de mantener el uso de los teléfonos móviles en las aulas siempre y cuando tenga una finalidad pedagógica o didáctica y esté supervisado por el profesor correspondiente.
«Igual que no nos cuestionamos cuando hay accidentes de tráfico que se supriman los vehículos de las carreteras, no podemos cuestionarnos la supresión de los móviles», ha señalado, reconociendo que estos dispositivos pueden tener «efectos negativos» sobre los alumnos si se usan como elemento de distracción. «Pero si se utiliza con una finalidad pedagógica o didáctica claro que se puede utilizar dentro de una instalación educativa», asegura.
Poniendo como ejemplo internet o las redes sociales, Berbel ha insistido ante la prensa en virar el debate en torno a un uso adecuado de los móviles y no en su restricción. «Nunca voy contra las herramientas o el instrumento, sino contra el uso que se pueda dar del mismo», ha dejado claro.
El director provincial de Educación también ha cargado parte de la responsabilidad sobre las familias en torno a esta cuestión. «Cuando le compran el móvil a su hijo, pues (deben) ponerle un pin al mismo para privarle de acceder a determinadas páginas que, por el tramo de edad de esos menores, no son adecuadas que consulten, o puedan conllevar que accedan a páginas no recomendables dada la edad o al riesgo que hay para su propia integridad», ha manifestado.
Así pues, ha recordado que el Plan Director 2023-2024 recoge la organización de charlas dirigidas a alumnos de Educación Primaria y Secundaria sobre los riesgos y peligros de internet y el uso inadecuado de los móviles. «Aunque hayan nacido en una sociedad de la información con uso masivo de las herramientas digitales, (eso) no significa que sepan utilizarla en todos los contextos», ha aclarado.
