El puerto de Melilla ha reducido en un 69,73% las entradas irregulares a su zona de seguridad por parte de inmigrantes que pretendían colarse en los buques para llegar de forma clandestina a Europa, tras reforzar sus medidas de seguridad con la instalación de vallas el doble de altas que las que había antes en el paseo del espaldón, donde también se han colocado concertinas.
El presidente de la Autoridad Portuaria de Melilla, Miguel Marín, visitó ayer el paseo del espaldón del puerto, donde se han adoptado estas medidas de seguridad, ya que era la zona donde se producían el 90% de las intrusiones a la zona de seguridad del puerto, que en 2017 superaron las 19.000.
En enero de este año, cuando aún no se habían empezado a acometer estas obras, el puerto de Melilla contabilizó 3.122 entradas irregulares, una cifra “alarmante”, según Marín, aunque ésta descendió un 54% en marzo, cuando aún no habían terminado de reforzar la seguridad en el espaldón, con 1.412 intrusiones registradas.
La disminución es mayor en la comparativa de la segunda quincena de marzo respecto al mismo periodo de enero, un 69,73%, al pasar de 1.457 a 441, un dato que para Marín es “realmente significativo” porque aún no habían finalizado las obras acometidas en el paseo del espaldón del puerto.
Esa mejora también se ha dado en la estadística de entradas irregulares al puerto por parte de menores extranjeros no acompañados (MENA), ya que en la segunda quincena de enero fueron 329, frente a los 85 del mismo periodo de marzo, lo que supone una bajada del 74%.
Medidas “acertadas”
En opinión de Marín, los datos corroboran que las medidas adoptadas por la Autoridad Portuaria de Melilla fueron “acertadas”, ya que “se actuó ante este gran problema que tenían el puerto y Melilla con firmeza y determinación”.
Además, cree que cuando finalicen todas las medidas anunciadas se conseguirá el objetivo de hacer “prácticamente inexpugnable” el puerto de Melilla, donde aún quedan por instalar una caseta de vigilancia permanente en el tramo final del paseo del espaldón, que fue adjudicada ayer, y que estará lista en agosto.
También se han instalado ya todas las videocámaras de seguridad que había previsto, por lo que Marín avanzó que el paseo del espaldón podría ser reabierto al público antes de que termine el verano, “devolviendo a los melillenses” para su ocio y disfrute una zona donde “llevan años campando extranjeros ilegales, menores y mayores”.
Como recordó, ese era uno de los objetivos de las medidas adoptadas, ya que se trata de “recuperar un paseo precioso, magnífico y extraordinario, con unas vistas únicas de nuestro litoral”, además de defender la seguridad y el bienestar del conjunto de los melillenses, que es el “objetivo prioritario” de la Autoridad Portuaria.
Marín, que agradeció el trabajo de la Policía Portuaria, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y la Policía Local, cree que “entre todos se está consiguiendo el objetivo de erradicar las intrusiones en el puerto y hacer poco apetecible venir a Melilla para intentar entrar de polizón en un barco”.
Según dijo, una vez adoptadas estas medidas, las únicas zonas por las que podrán colarse los inmigrantes será por mar y ocultos en camiones, aunque Marín ha preparado un dispositivo para detectar esas intrusiones, que si se producen, serían “mínimas”.
