Carta del Editor. MH,4/6/2025
Enrique Bohórquez López-Dóriga
La guerra del Rif
Lo que ocurrió hace 30 años en Melilla tuvo importancia entonces y, en cierta medida condicionó en aquellos años nuestra situación e influyó en lo que ahora nos ocurre. Acabo de leer “El emir del Rif, Ab del-Krim, o la rebelión”, libro de José M. Carrera, un médico catalán, publicado en 2021, que compré el 29/5/2025, en la en la Feria del Libro de Melilla.
Lo que no termina nunca es el odio a España de algunos españoles
“Los que no tenían que estar allí eran los ejércitos europeos que, con la excusa de llevar la civilización y el progreso a los países del norte de África esquilmaban sus riquezas naturales”. Un “colaborador especial “, una especie de esclavo dedicado exclusivamente a servir y proteger al “emir del Rif”, es el que cuenta la historia que Carrera recoge en su libro, una historia y una guerra, la del Rif, que terminaron con el famoso desembarco de Alhucemas, el 8 de septiembre de 1925.Lo que no termina nunca es el odio a España de algunos españoles. El que opina que los europeos estaban en el Rif para “esquilmar sus riquezas naturales” es el español JM Carrera. El libro, dice, es una visión de lo que ocurrió, desde un punto de vista diferente, contado por un amigo de Ab del-Krim dedicado a cuidarle y protegerle durante cuarenta años. Sí, es positivo conocer las opiniones a favor y en contra de cualquier guerra o acontecimiento importante, y la guerra del Rif lo fue. Es triste, sin embargo, tener al enemigo en casa.
Hay muchas maneras de autodestrucción. A través del estatismo comunista, por ejemplo
España es el país más fuerte del mundo, siempre ha intentado autodestruirse y nunca lo ha conseguido. El día que dejen de intentarlo, … Es una célebre frase atribuida al canciller Otto von Bismarck. No sé si lo dijo él o no, pero la frase es cierta, como la historia demuestra… y el presente también (Pedro Sánchez como ejemplo moderno de autodestrucción española).
Hay muchas maneras de autodestrucción. A través del estatismo comunista, por ejemplo. Son los creadores de la riqueza los que son destruidos bajo cualquier forma de estatismo: socialista, comunista o fascista; son los parásitos los que forman la “élite” privilegiada y los que se benefician del estatismo (Ayn Rand, en una conferencia en Boston el 18 de abril de 1965, recogida en el capítulo 20, El Gobierno por consenso, recogido en su libro Capitalismo: el ideal desconocido). “La completa y verdadera realidad de los Estados socialista-comunista-fascistas ha demostrado la burda irracionalidad de los sistemas colectivistas y la inhumanidad del altruismo como código moral”.
Libertad, en un contexto político, significa libertad frente a la coerción del Gobierno, libertad frente al poder coercitivo del Estado
La libertad
La libertad, en un contexto político, significa libertad frente a la coerción del Gobierno, libertad frente al poder coercitivo del Estado. El conflicto mundial de hoy es el conflicto del individuo contra el Estado. Los derechos individuales, la libertad, la justicia y el progreso fueron los valores filosóficos, los objetivos teóricos y los resultados prácticos del capitalismo. Ningún otro sistema puede crearlos ni mantenerlos, ningún otro sistema lo ha hecho jamás ni lo hará (Capitalismo: el ideal desconocido, libro de Ayn Rand).
Hay que asumir, y no olvidar, que el desarrollo económico es condición necesaria para la justicia social, como decía Gonzalo Fernández, en su artículo del pasado domingo.
Israel es una nación de refugiados
Israel
Leo: Israel es una nación de refugiados. La mitad de su población está formada por judíos exiliados de Europa y supervivientes del Holocausto; la otra mitad son judíos expulsados de los países árabes en la década de 1950. Los palestinos de Gaza también son refugiados. La gran diferencia es que los palestinos son refugiados para le eternidad, negándose a integrarse allí donde están, financiados en su marginalidad por la UE y la Naciones Unidas, instituciones que perpetúan su dependencia (y que Hamás -escondida entre la población civil- se lleve su diezmo, de paso). Una visión del conflicto.