Por Fidel Moga
Iniciar la puesta en marcha del Hospital Universitario requiere atender las demandas de los profesionales y un equipo directivo renovado.
El pasado 19 de septiembre, Mónica García, como Ministra de Sanidad, se dirigía a los Gobiernos regionales para exhortarles a retener el talento y dar continuidad a la relación laboral de los Médicos Internos Residentes que finalizaban su formación sanitaria especializada con el sistema público de salud. Dicho oficio dirigido a la Ciudad Autónoma de Melilla tuvo su eco en la prensa local y nacional, pues la Asamblea de Melilla carece de competencias en materias sanitarias.
Esta “metedura de pata”, por parte del Gabinete de la Ministra, para algunos desidia y desinterés por la sanidad en Melilla, de competencia exclusivamente estatal, conllevó, seis días después, la difusión de una nota de prensa por el lisonjero Director Territorial, Omar Haouari, donde se anunciaba que los médicos residentes de la XII promoción de Médicos de Medicina Familiar y Comunitaria, “trabajarán los próximos tres años al servicio de la ciudadanía melillense”
El fiasco del oficio de la Ministra de Sanidad, ha conllevado que se materialicen los compromisos requeridos a otros Gobiernos Regionales con los Médicos Internos Residentes con el objeto de fidelizarlos mediante un contrato de 3 años de duración, pero porqué se ha tenido que esperar hasta la doceava promoción de médicos residentes para retener el talento de unos profesionales bien formados y con una larga carrera profesional por delante, cuando el desfasado Plan de Ordenación de Recursos Humanos de Ingesa para el quinquenio 2017/2021 ya recogía el envejecimiento de los médicos de familias, en un porcentaje superior al 42,62%, en esta ocasión el escurridizo y desaparecido Omar Haouari no puede culpar a equipos del Partido Popular ya que ejerce el puesto de trabajo de Director Territorial desde el año 2018 y desde entonces han sido más de 20 profesionales los que finalizaron su formación especializada sanitaria, cuántos de ellos ejercen en un área sanitaria con déficit de médico, habiéndose tan sólo incrementado tres plazas desde 2018 a 2024 en Atención Primaria.
Las comparecencias de prensa de Omar Haouri, como Director Territorial, son una excepción, por lo que recurre a notas de prensa que esconden la mediocridad de su impronta en la gestión sanitaria. El incremento de 3 a 5 médicos residentes en la formación sanitaria especializada para el año 2025, ya se planteó en la visita al Hospital Comarcal por la Ministra de Sanidad, María Luisa Carcedo en febrero de 2019, siendo Omar Haouri el único “superviviente” directivo de aquella reunión, cese de la Ministra, del Secretario General de Sanidad y del Director de Ingesa. Han transcurrido 6 años para seguir siendo el furgón de cola de la sanidad que gestiona el Instituto Nacional de Gestión Sanitaria, basta con comparar el número de residentes en formación en las ciudades de Melilla y Ceuta para comprobar el retroceso de la sanidad melillense a pesar de los esfuerzos de los profesionales. Ceuta contará con 9 médicos en formación, 5 de la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria, 2 de Medicina del Trabajo, 1 de Medicina Interna, 1 de Medicina Preventiva y Salud Pública, así como 2 Enfermeras de Trabajo y 4 de Obstetricia y Ginecología, es decir 9 médicos y 6 enfermeras, frente a los 4 médicos de Medicina Familiar y Comunitaria y 4 enfermeras de Obstetricia y Ginecología en la ciudad de Melilla, dichos datos definen la labor de Omar Haouri desde octubre de 2018.
El incremento del número de médicos residentes en formación, según la Presidenta del Sindicato Médico de Melilla, es un regalo envenenado, los residentes podrían llegar a encontrar dificultades formativas ante la ausencia de tutores referentes. “Existe el problema de fondo que, para una buena formación MIR, hace falta también que haya suficientes médicos en el hospital o en las distintas especialidades por las cuales rotan los residentes”. Si son pocos médicos, esos residentes no van a tener una formación totalmente adecuada porque podrían coincidir en ciertas rotaciones, no estar el tiempo suficiente o, incluso, encontrarse con la ausencia de tutores
Y nuevamente se pone de manifiesto el problema de la sanidad, la falta o el déficit de facultativos especialistas y la inexistente respuesta a las peticiones de los profesionales médicos por parte del Ministerio de Sanidad, teniendo que redoblar esfuerzos para mantener una atención sanitaria de calidad, y reaccionar a la campaña mediática por desacreditar el objetivo de la huelga más prolongada de la sanidad pública española, que no es otro que la mejora de la sanidad melillense mediante la captación de profesionales que estén incentivados en una zona declarada por el Gobierno de la Nación de difícil cobertura, salvo para por Omar Haourai y Sabrina Moh al manifestar el seguimiento cero de la huelga de médicos, siendo calificados por el Comité de Huelga como “mentirosos” por dichas declaraciones.
El tiempo da y quita razones, y que “la Delegada diga memeces es un insulto a la profesión médica”, esta frase ha dado la razón a Cesar Feliú, que informaba una semana antes de la jubilación, el 16 de enero de 2024, de uno de los dos otorrinos de la plantilla del Hospital Comarcal, al día de hoy aún no se ha llevado a cabo la cobertura de dicha especialidad médica.
Omar Haouri, debería dar explicaciones por qué no se ha convocado el puesto de Jefe de Sección de Otorrinolaringología transcurrido 9 meses desde su vacante, por qué se ofreció un contrato de un mes a una otorrina que rechazó su contratación al igual que había sucedido anteriormente con otra profesional que recaló en otro hospital público que le ofreció mejores condiciones laborales y, sobre todo, por qué no se lleva a cabo la contratación de Alicia López Nevot, experimentada profesional de dicha especialidad que viene asumiendo con carácter excepcional las guardias médicas de otorrino al ser incompatibles el ejercicio de cargo directivo con la práctica médica. El compromiso de dicha profesional con la sanidad pública quedó de manifiesto cuando tras la baja laboral del único especialista, atendió telefónicamente durante sus vacaciones las consultas que se les derivaban, sin ninguna contraprestación económica.
Ya se lo decíamos Sr. Haouri, los pacientes tienen el derecho de ser atendidos presencialmente por el facultativo y los facultativos tienen derecho al disfrute de sus vacaciones y a padecer enfermedades, su incapacidad para solventar un nimio problema, convocando la Jefatura de Sección de ORL, la sufren los pacientes a quienes se les reprograma sus citas demorándose las mismas más de un mes.
El escenario donde se ha de desenvolver el recién nombrado Gerente de Atención Sanitaria, es desesperanzador ante el objetivo de poner en funcionamiento el Hospital Universitario en el último trimestre del año, sin respuesta a las reivindicaciones del personal facultativo por parte de la Dirección de Ingesa, con unos directivos inexistentes en la esfera asistencial de Atención Primaria, vacante la Dirección Médica y cesado el Director de Gestión, con una Subdirección Médica de Atención Especializada prestando, afortunadamente para los ciudadanos, asistencia sanitaria, con una Dirección Médica ausente en el mejor de los casos de viernes a media mañana de los lunes y con un permanente rumor de cambio inminente en la Dirección de Enfermería, con la desmoralización y desánimo ante dicha situación de incertidumbre.
La segunda semana de octubre está prevista la visita del Secretario de Estado de Sanidad, esperemos que el mensaje no sea de corte político y si de materializaciones de las reivindicaciones de los profesionales y un cambio necesario en la Dirección Territorial de Ingesa Melilla.
Enhorabuena Directora, por la aprobación de la adaptación al Ingesa del Protocolo de actuación frente al acoso sexual y por razón de sexo, sin duda todos sus directivos serán garantes de su aplicación y se les debería exigir a los mismos una trayectoria profesional impoluta en dicho tema.
