Con la de ahora, como suele ocurrir en el resto de capitales de España, ha cambiado pero mucho. Hace pocos días, el amigo, colega de profesión y paisano, Juan J. Aranda me remitió un video a mi correo con vistas de la Melilla actual, cosa que agradecí y ¿para qué engañarnos? Siempre me gusta verla aunque sea en fotos o videos, de hecho, más aún cuando hará unos 27 años que no la pateo ni visiono personalmente, pero ¿Qué queréis que os diga?, yo me sigo quedando con aquella Melilla que conocí, recorrí y disfruté en los años 50 y 60, aquellos bonitos años de mi niñez, adolescencia y juventud, sólo viví 19 años y pocos meses de forma continua y aquellos recuerdos tan entrañables y queridos jamás se borrarán de mi mente.
Yo que he disfrutado mucho con familiares, amigos y vecinos especialmente en lo que es y era toda la costa melillense, desde la Plancha o Muelle Colorao (algunos, ahora, no sabrán ni a lo que me refiero) hasta incluida la Playa de Miami, a donde íbamos con la COA, al ver el video me entristece ver tan cambiada dicha costa, ahora se han convertido en playitas o playas sobre todo la que atañe a la barriada de Horcas Coloradas y Ataque Seco. ¿Dónde está el Colector?, lugar muy concurrido entonces para la pesca con caña y lienza con grandes picadas y acopio de peces. ¿Y la piedra Ahogá donde cogíamos grandes y suculentos mejillones?, también la Isla o Piedra Cruadrá a la que para acceder teníamos que nadar unos 30 metros aproximadamente, allí también se cogían buenos mejillones, cañaillas, burgaillos (estos los utilizábamos más como carnada para pescar), mis hermanos y algunos vecinos más mayores, también cogían con cocles artesanales diferentes pescados de roca como rascarcios, salmonetes bien hermosos, chopos (por Andalucía chocos y por Castellón sepias), y especialmente buenos pulpos, más tarde ya se empleaban las escopetas o fusiles de caza submarina y otros peces más grandes y suculentos caían (abadejos, meros, pez limón, lubinas, etc.). El o los Agarraeros, la Arenita y la Tana, estos dos últimos bajo el cementerio. Aquello era un disfrute continuo en verano y pasábamos domingos enteros disfrutando de esos insuperables acantilados y roqueos que existían.
De eso tal como yo lo recuerdo, desgraciadamente, muy poco perdurará o casi nada, puede que las playitas con los Castillos y Aguadú, pero todo muy modificado.
Indudablemente, los que vivís en Melilla y habéis ido viendo y viviendo los cambios día a día, lo habréis notado menos, es lo mismo o similar el ir viendo crecer a nuestros hijos o nietos ahora, muy distinto a si no ves a una persona desde cuando éramos niños y muchachos y verlos ahora después de muchos años, el cambio es totalmente radical, ley de vida. Por eso me gusta de vez en cuando, y creo que a muchos lectores de Melilla Hoy les ocurre lo mismo, seguir recordando y hablando de aquellos tiempos pasados pero tan cercanos a la vez, imborrables.
Ya termino por hoy, pero amenazo con seguir contando y recordando aquellos tiempos, aquellas barriadas, nuestra costa, La Plaza, el Rastro, la Avenida, nuestros colegios y recordando también y con mucha nostalgia a tantos buenos vecinos/as que he tenido y grandes amigos. Aprovecho para desearles lo mejor y mucha salud a todos/as. De paso, desear a todos los equipos melillenses que compiten en diferentes modalidades deportivas, el mejor de los éxitos. Un abrazo paisanos.