La Asamblea de Melilla aprobó ayer de forma definitiva los Presupuestos Generales de la Ciudad Autónoma de 2018 (PGCAM), que se elevan a 273.911.339,55 euros, tras ser rechazadas las dos únicas alegaciones que se presentaron en el periodo de exposición pública. Los partidos de la oposición mostraron su rechazo a la desestimación de estas alegaciones, firmadas por la asociación Guelaya-Ecologistas en Acción y la Federación de Asociaciones de Madres y Padres del Alumnado (FAMPA), sobre las que el Gobierno melillense afirmó que no eran acordes en el fondo ni en la forma.
Coalición por Melilla (CPM), PSOE y Ciudadanos (Cs) coincidieron en sus intervenciones al criticar que los PGCAM no fueron publicados íntegramente antes de su aprobación, lo que facilitaría la participación ciudadana, ya que el Gobierno únicamente ha difundido un resumen de dos páginas.
El portavoz del PP, Daniel Conesa, y la consejera de Hacienda, Esther Donoso, respondieron apuntando que el Gobierno melillense ha cumplido lo que establece la Ley de Haciendas Locales en este sentido, si bien avanzaron que en los próximos días, tras hacerse efectiva la aprobación definitiva con su publicación en el Boletín Oficial de Melilla, los PGCAM serán difundidos con detalle tanto en la web de la Ciudad Autónoma como en el Portal de Transparencia. “No tenemos nada que ocultar”, afirmó Donoso.
FAMPA y Guelaya
CPM y Cs pidieron, además, que las solicitudes de ambas alegaciones fueran atendidas por considerar que eran justas.
Especialmente en el caso de la FAMPA, ya que como señaló el diputado de Cs Luis Escobar, es una entidad que acaba de empezar su trayectoria y engloba a 16 asociaciones de padres y madres de alumnos melillenses. Además, recordó que este tipo de entidades reciben el apoyo público en el resto de ciudades, incluida Ceuta, con 135.000 euros anuales, porque como dijo Cs, así viene establecido en la ley educativa (Lomce).
Donoso acusó a Cs de hacer una interpretación “retorcida” de dicha legislación porque “no hay obligación legal” de dar una subvención a la FAMPA.
Según explicó se ha desestimado dicha petición de subvención a la Fampa porque, si bien el consejero de Educación se reunió con los responsables de dicha entidad, a la hora de elaborar los PGCAM “hay que establecer qué es lo urgente y lo accesorio” y finalmente esta subvención no ha tenido reflejo en el anteproyecto presupuestario porque “no se ha considerado conveniente”.
En cuanto a la alegación de Guelaya, Donoso explicó que estaba centrada en actuaciones para la Red Natura 2000 que, sin embargo, “muchas se están cumpliendo” por parte de la Consejería de Coordinación y Medio Ambiente.
“Amiguismo” en las subvenciones nominativas
Para CPM, este gesto “demuestra la máxima del Gobierno de ‘o estás conmigo o estás contra mí’”, ya que “las asociaciones amigas no tienen problema con las subvenciones y a las que no ríen las gracias del Gobierno, se les vetan las ayudas de dinero público”.
“Me parece bien que les parezca bien que haya subvenciones nominativas. Ustedes las denostaron en el debate de los presupuestos y ahora las piden”, respondió Conesa antes de rechazar el “postureo” de la oposición de buscar esta “excusa” para reafirmarse en su voto contrario a los PGCAM de 2018.
Reproches al Gobierno local: La teoría del pa qué y la política del siglo pasado
Poco más de media hora de debate hizo falta para que los Presupuestos Generales de la Ciudad Autónoma de 2018 fueran definitivamente aprobados. Entre los reproches que la oposición dedicó al Gobierno local, hubo uno en el que Coalición por Melilla (CPM) afeó al Ejecutivo que aplique al resto la “teoría del ‘pa qué’, dada su mayoría absoluta. “No sé si está en una época de democracia o de dictadura” afirmó el portavoz cepemista.
Por su parte, la portavoz socialista, Gloria Rojas, acusó al Gobierno de aplicar una “política anticuada, del siglo pasado”.