Y nos dijo el pregonero de este año de Gracia 2016, Manuel Jiménez Jiménez. “Se aproxima el momento de rendir honores a recuerdos y a personas, de rescatar olvidos y apresar emociones, de volver a conocer lo conocido y revelar confesiones.
Llega el tiempo de desandar un camino cofrade nada cansado, de traer ante mí palabras heredadas y tradiciones legadas; de compartir lo que sentí al tocar y de ahora tocar lo que siento al empezar”
Hermosas palabras que nos llevan a la reflexión, a revivir todo aquello que nos enseñaron y a la práctica diaria apenas llevamos, pocos son o somos los que tratamos con el día a día de acercarnos algo más a las tan bondad deseada, a la verdad compartida, a ser uno más entre nosotros sin distingos, sin rencores, sin rechazos, sin miradas despectivas, si, son pocos o somos pocos los que tratamos de vivir en una real y verdadera Fe, aquella que El nos enseñó y con su vida nos la entregó. Y sigue el pregonero dejándonos su hacer, desgranando su alma cofrade y así nos dice y recuerda: “Llega el tiempo de animar a penitentes, de encender aromático incienso y visualizar pasajes que son ambrosía. Cierto y certeras palabras que nos invitan a todos los fieles cristianos a acercarnos a vivir intensamente estos días de Pasión, de sufrimiento, de entrega de quien lo dio todo por amor a los *hombres (sin distingo de género) ¿Dónde están los mantos blancos, verdes, rojos o negros, que acogen clavos y rinden pleitesía?
Si, fue un Pregón con mayúsculas, allí estuve junto al pregonero, si, allí pude apreciar en cada palabra de su emotiva exposición pregonera las entrelineas que nos dejaba, todo sus valores que no dudo en exponer desnudando su alma cofrade, su alma cristiana, su alma llena de vivencias heredadas y hoy compartidas, las entrelineas del pregón son de un valor, de un realce digno de todo un hombre entregado, no sólo con su cofradía, que me consta, entregado para con todos nosotros, familiares, amigos, conocidos y el interminable etc. que hacen de nuestro pregonero digno merecedor de cuantos elogios le acerquemos. Y nos dijo el pregonero en la noche de Pregón: “Llega el tiempo de glosar una experiencia, de optar por palabras que porfían, de convocar almas cercanas y remotas aves marías”
Tuvo palabras bien sentidas y bien sonantes llenas de elogios para con cada una de nuestras cofradías, para todos los cofrades, para aquellos cofrades de acera, para jóvenes, niños y mayores, tuvo momentos de emociones de un tragar saliva que a todos nos cautivó que sentimos con él sus sentidas palabras, palabras vivas, reales y sinceras, ya que todos llevamos en nuestros adentros algo de Cautivo, Flagelado, de la Paz, Humillado, Sentenciado, Nazareno, así nos los hizo ver y así es e nuestro pregonero de este año de Gracia 2016, Manuel Jiménez Jiménez, Hermano Mayo de la Venerable y Muy Piadosa Cofradía de la Soledad de Nuestra Señora y del Cristo de la Paz.
Y por ultimo nos pidió disculpas nuestro pregonero, y así nos decía: “tal vez han echado en falta referencias comparativas con semanas santas de otras ciudades pero es que, no conozco otras semanas santas que no sea la de mi Ciudad. Nunca he estado fuera de Melilla en estas fechas y ello, en lugar de atemperar mi voz, me la hace más firme para que, desde aquí, desde este atril que tomo por Torre del Vigía, decir a los vientos de poniente y de levante que ¡esta es mi Semana Santa! ¡Qué estas son nuestras Cofradías!”
Y con un clamoroso aplauso de todos los presentes en el hemiciclo del Sagrado Corazón de Jesús, despedimos a nuestro PREGONERO. Ahora solo nos queda a nosotros apoyar y dar calor a nuestra procesiones, no permitamos que vayan solas, arropemos a estos hombres y mujeres de trono y hagamos junto a ellos el Vía Crucis de nuestra Semana Mayor, la SEMANA SANTA DE MELILLA.
Saludos cordiales. Buenos días. ¡Que el Señor os acompañe!
