"Después de tantos años por fin llego tu despedida, parece que fue ayer cuando comenzaste en esa farmacia de batería Jota con 14 años y ese cigarro en la mano que ninguno de tus clientes van a olvidar. Te echarán de menos y tu quizás a ellos más, pero por fin ha llegado esa ansiada jubilación que ninguno de nosotros pensaba que iba a llegar y que al fin hoy comienza. Sabemos que estás muerto de miedo y que en el fondo de tu corazón morirías en esa farmacia en la que tantos años has pasado y que tantos disgustos y alegrías te han dado. ¿Quién no conoce en cabrerizas a " Antonio el de la farmacia"? Ese hombre de aspecto serio y de pocas palabras siempre con su bata blanca impecable y con un gesto amigable a todo el que lo necesite. Este no es un adiós es un té echaremos de menos siempre. Gracias por ser un gran profesional, una gran persona y por supuesto un gran padre y abuelo. Te queremos", tu familia.