El profesional Álvaro Clavijo fue muy crítico con la gestión del Campo de Golf Ciudad de Melilla por parte de la Ciudad Autónoma, denunciando, entre otras cosas, la poca iniciativa del Gobierno local a la hora de organizar torneos y la falta de material deportivo del recinto. Una situación muy distinta a la que, en su opinión, se dio durante la dirección de Enrique Bohórquez, al que ha transmitido su deseo de volver si la gestión cambia de manos. -Después de más de un año como profesional en el campo de golf, ha decidido marcharte. ¿Cuál ha sido el motivo?
Pues sí, después de casi un año y medio de trabajo intentando formar una escuela de niños y una gran clientela, he tomado esta decisión a raíz de que Enrique Bohórquez, presidente del Club Campo de Golf Ciudad de Melilla, haya dejado su cargo, pasando la gestión del campo a la Ciudad Autónoma, que no ha llegado a ningún acuerdo conmigo. Yo he tenido que sostenerme por mi cuenta, y he recibido bastante ayuda por parte de la Federación Melillense de Golf, de la que Bohórquez es presidente. Gracias a él, de hecho, he podido estar más tiempo en este campo, ya que desde marzo hasta ahora, la Ciudad Autónoma no ha querido saber nada de profesionales. De hecho, me ha cobrado por dar mis clases, y he tenido que pagar las bolas de los clientes, ya que tenían que pagar el IPSI y también mis clases, con lo que el precio resultaba excesivo. Lo que más me ha molestado y lo que más me ha motivado para tomar esta decisión ha sido la falta de subvención para la escuela que tenía, con más de 30 niños y por la que hice un gran sacrificio. A raíz de todo lo que ha pasado, ha sido imposible mantenerla con la subvención. Los padres hicieron un gran esfuerzo por sus hijos para poder mantenerla, ya que teníamos que pagar las bolas de los niños y las salidas al campo. La Ciudad Autónoma no ha querido saber nada de la escuela, simplemente se me dijo que hiciésemos lo mismo a través de la Federación, y hablándolo con el presidente Bohórquez nos encontramos con otro problema: la subvención que nos daban era pequeña para poder solventar la escuela.
-¿Hasta ahora qué cantidad recibíais para subvencionar la escuela?¿De cuánto ha sido el recorte?
4.000 euros para la escuela y para el tema de las clases. En cuanto al recorte, no sé cuánto llegó el año pasado, pero se pidieron 18.000 euros para solventar gastos de material deportivo, bolas, campo, sueldos para profesionales… Y de todo eso, apenas nos han llegado 4.000.
-Como golfista profesional, ¿cómo ve la situación actual del golf en Melilla?
Ahora mismo, hay muchísimos menos jugadores que antes, y hay bastantes quejas referentes al trabajo de la Ciudad Autónoma, ya que ahora no hay gente preparada y cualificada como la que había antes en el campo. La situación se va solventando como se puede, pero hay bastantes temas que habría que plantearle a la Ciudad Autónoma para que trabajase y mejorase el campo.
-Enrique Bohórquez llevaba antes la gestión del Campo de Golf Ciudad de Melilla. ¿Cómo ve la gestión actual respecto a la anterior, ahora que la lleva la Ciudad Autónoma?
Mientras duró la gestión de Enrique Bohórquez, el campo funcionaba perfectamente. De hecho, en un año y medio hemos subido los federados a más de 200, siendo el primer campo de golf de España con una subida tan alta de federados en tan poco tiempo. Además, gracias a su gestión, el campo organizaba torneos, podíamos traer gente de fuera… A raíz de todo lo que ha pasado, la Ciudad Autónoma ya no organiza ningún torneo, y todo se organiza a través de la Federación o de algún club privado. Lo que consiguió Enrique Bohórquez fue que el Campo de Golf Ciudad de Melilla fuese un campo de golf real, porque cuando yo llegúe y él empezó su gestión, había una tienda en la cual no había ningún material deportivo. Él consiguió traer todo tipo de material, tanto blando como duro: bolas, marcadores de bolas, ropa deportiva y palos de golf. Todo esto era algo muy necesario para que el Ciudad de Melilla pareciese un verdadero campo de golf. A raíz de la marcha de Bohórquez, hubo torneos de militares, y vino gente de fuera de Melilla preguntando para comprar material (bolas, palos, guantes). La Ciudad Autónoma no disponía de ningún material ni de nada semejante para poder venderle a los jugadores, y hubo malas críticas, pero fue lo que decidió el Gobierno. Nos hemos estado quejando bastante tiempo por falta de bolas en el recinto, y de hecho a veces no he podido dar clases por esta razón.
-¿Si el golf melillense sigue en esta situación, la gestión de Enrique Bohórquez habrá sido en vano?
Me temo que sí. Después de tanto dinero invertido y tanto sacrificio por su parte, el bajón será muy grande si las cosas siguen de la misma forma. Yo, por mi parte, tengo la esperanza de que todo esto se pueda solucionar. Espero que cuando haya una reunión con las personas adecuadas, se pueda llegar a un acuerdo y hacer algo por el golf en Melilla, porque estaba empezando a aumentar. Estábamos consiguiendo traer un gran número de jugadores nuevos, y también a muchos niños, algo impensable hace poco tiempo, porque cuando yo llegué no había ninguno. Espero que todo se solucione y quieran volver a contar conmigo. Yo estaré encantado de volver.
-¿Cuándo se marcha de Melilla? ¿Qué espera hacer en esta nueva etapa de su vida?
Salgo de la ciudad el viernes 27 de este mes. En cuanto a mi futuro, espero seguir dando clases de golf, que es lo que más me gusta, en Guadiaro, un barrio de San Roque (Cádiz).
