Llama la atención que de los más de 1.300 formularios que se recogieron en Delegación, sólo se hayan presentado finalmente 383 Ayer por la tarde concluyó el plazo para solicitar ayuda por los daños sufridos por el terremoto sufrido el lunes 25 de enero, cuando un temblor de magnitud 6,3 grados en la escala Richter con epicentro en el Mar de Alborán, afectó de forma considerable a Melilla, donde se produjeron 26 heridos leves y daños en viviendas, enseres, vehículos, etc.
Llama la atención que de los más de 1.300 formularios que se recogieron en la oficina de la Delegación del Gobierno habilitada al efecto, sólo se hayan presentado finalmente 383 solicitudes completas, a pesar de que se ha dado un mes de plazo a los damnificados para hacerlo.
Algo ha fallado, porque o bien los requisitos que se exigieron para solicitar las ayudas han sido imposibles de solventar para muchos de los afectados porque se pedía por ejemplo estar libre de deudas con la administración o tener todos los papeles de la casa en regla y en situación legal, o no se ha informado debidamente a la población sobre esta cuestión o incluso por la desidia de los algunos de los afectados.
Sea como fuere, se debería buscar un mecanismo para que las personas que se hayan visto perjudicados, reciban su ayuda y no verse fuera de estas subvenciones que está dispuesta a otorgar el Gobierno de la Nación porque no haya pagado un recibo de agua o una multa, o esté falto de un papel de la casa, porque al fin y al cabo son perjudicados por el terremoto y deben ser ayudados.
Es cierto que la Delegación del Gobierno ha dado diez días más para aquellos que han presentado las solicitudes sin toda la documentación, para que durante ese tiempo cumplan con los requisitos pero para muchos de estos cerca de mil que recogieron los formularios y finalmente no los han entregado rellenos enteros, no lo podrán cumplir ni ahora ni nunca si se mantienen las actuales exigencias.
Otra cosa son los melillenses que tenían un seguro de hogar. Ellos sí han podido recurrir a sus pólizas para comunicar los daños del terremoto y conseguir que les cubran esos gastos.
Por último, hay que subrayar el valor de la firma del protocolo para hacer factibles todas ayudas, entre el presidente de la Ciudad Juan José Imbroda y el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. Según han subrayado, con dicho protocolo llegarán las ayudas para hacer frente a los daños ocasionados por el seísmo ocurrido en Melilla el pasado 25 de enero con rapidez, algo de alabar, sobre todo pensando en aquellos que han podido reunir los requisitos que se exigían. Para los que no han podido hacerlo, sería bueno que se arbitrara una solución para que también tengan la oportunidad de recibir esta ayuda estatal y no quedarse fuera de la misma por temas burocráticos.