Alberto Martínez es desde ayer miércoles el nuevo preparador físico de la U.D. Melilla, después de que Augusto Hoyo haya iniciado una nueva etapa profesional en el Instituto Leopoldo Queipo. El preparador físico deja el club tras siete años en la Unión Deportiva, en la que ha destacado por ser un gran profesional y una magnífica persona. El melillense ha dejado el listón bien alto y es el momento de una gran despedida.
Después de la marcha por motivos profesionales de Augusto Hoyo, insustituible por muchos motivos, el entrenador Josu Uribe ha apostado para el puesto de preparador físico por un hombre de su confianza, con el que ya coincidió en el Real Avilés.
Alberto Martínez señaló a la página web del club melillense que nada más recibir la llamada de Josu Uribe aceptó la oferta azulina. «La reilación con Josu Uribe fue muy buena en el Real Avilés. Aparte, hicimos una muy buena temporada, en la que nos quedamos muy cerca del ascenso a Segunda División A»
Sobre el proyecto del Melilla, reconoce que antes de tomar la decisión habló con varios jugadores. «Todos me hablaron maravillas del club, de las instalaciones, del material para poder trabajar como preparador y de la ilusión que hay alrededor del club».
En su primer día como preparador físico dijo que se ha encontrado con una plantilla «muy bien preparada físicamente, con un buen trabajo previo, del que no tengo ninguna duda». Además, se mostró sorprendido de que algunos jugadores que conoce, de contrastada calidad en la categoría, no estén jugando en la U.D. Melilla “por el elevado nivel de competencia que existe en la plantilla”.
Por último, consideró que el sistema de GPS para medir el rendimiento físico de los jugadores «es una herramienta muy adecuada, que ha ayudado a la hora de decidirme, ya que trabajé con ello en Tailandia. Es una ayuda muy importante, y una inversión que merece la pena», concluyó.
Trayectoria profesional
El oventense Alberto Martínez, de 30 años, es licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte por la Universidad de León. Quienes le conocen aseguran que es una persona muy trabajadora y metódica.
Trabajó como preparador físico en las categorías inferiores de la Cultural Leonesa, del Real Oviedo Juvenil y del Atlético de Lugones en Regional Preferente. Además, la temporada pasada estuvo trabajando en la Primera División de Tailandia.
En el Real Avilés estuvo tres años, aunque en el último año coincidió con Josu Uribe y Borja Prieto, en una temporada en la que el club asturiano disputó el Play-Off de ascenso.
De ahí, marchó con una suculenta oferta a Irak, de donde tuvo que ser prácticamente «evacuado» por una serie de problemas extradeportivos relacionados con la inseguridad en este territorio. En su anterior etapa, que ha durado un par de temporadas, ha ejercido su profesión en el Bangkok Glass y en el Suphanburi de la Premier tailandesa.
