Tribuna Pública

Al nuevo gobierno de la Ciudad Autonoma de Melilla

En las últimas semanas Melilla ha salido en los medios de comunicación con mensajes que en nada comparto y que creo totalmente erróneos y posiblemente malintencionados. Frente a los mensajes derrotistas y confrontadores, vengo apostando desde más de una década por todo lo contrario. “Unidos prosperamos. Separados y enfrentados estamos llamados al fracaso”. Los Melillenses, de corazón, tenemos que estar unidos, tomar conciencia colectiva y no partidista, porque la conciencia colectiva es lo que le da fuerza a una comunidad y los melillenses somos una comunidad fuerte, valiosa, con grandes valores de convivencia y consciencia social.
¿Tiene futuro Melilla? Si
El 23 de septiembre de 1996, la Asamblea de Melilla aprueba por unanimidad su primera Iniciativa Legislativa. En ella se regulaba el Régimen Económico y Fiscal de Melilla para, al menos, los 30 años siguientes.

Dado que por motivos desconocidos no nos dejaron ser una zona de baja imposición, ahora tenemos la oportunidad de convertir a Melilla en un gran Centro de Servicios, Plataforma Comercial y Transito en la economía globalizada en la que vivimos
Ello implica adecuar las normas jurídico tributarias españolas a tal fin, por ejemplo, facilitar que el ciclo económico se abra y cierre en Melilla, modificar el concepto anticuado de centro de trabajo y análogos.

Es cierto que las empresas que se localizaran en Melilla deben tener un domicilio fiscal geográficamente especificado y dado de alta a tal fin en la Ciudad Autónoma, a los efectos por todos conocidos; operar financieramente en y desde Melilla; pero este tipo de empresas trabajan y están “en la nube”, lo que nos obliga a ampliar el concepto tradicionalista del mundo económico, financiero, mercantil y socio-laboral.

El pueblo español y el Melillense le está pidiendo a gritos a sus gobernantes que
TRAIGAN, PROYECTOS DE CONSENSO, QUE:
Incentiven el empleo
Que promuevan el desarrollo económico de la nación española y Melilla
Que nos permitan recuperar a tantos españoles que aportan su I+D+I en el extranjero, porque aquí no encuentran un trabajo
Promuevan las condiciones, para que todo español tenga la posibilidad de ejercer su derecho a un trabajo digno (no mil eurista) para él y su familia
Garanticen que las subvenciones o incentivos, fiscales y financieras/os, vayan a los verdaderos empresarios que, de forma real y efectiva, generan empleo neto y desarrollan auténticos proyectos y UNIDADES PRODUCTIVAS (no de producción, eso son las empresas mercantilistas del siglo XVIII), que, a través de la iniciativa privada, reactivan nuestra economía, contribuyendo, a través de sus Tributos al Estado y la Negociación Colectiva, a que se mejore el estado de bienestar de todos los españoles.

Como persona comprometida, de corazón, con Melilla, a la que amo con todas mis fuerzas y sentimientos, tengo el legítimo derecho y la obligación moral de, por lo menos, expresar a mis conciudadanos lo que pienso y siento.

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