El nadador internacional melillense, Miguel Ángel Rozas, en una entrevista concedida al Diario MELILLA HOY, desveló cuáles habían sido los motivos que le habían llevado a la decisión de abandonar la natación de competición. Además planteó sus aspiraciones de futuro.
El deportista local manifestó que su última etapa en Barcelona, en el C.N. Sabadell, fue inolvidable. «He estado con los mejores deportistas y eso es un privilegio», agradeciendo a todas las personas que lo han apoyado en esta decisión, «pero mis problemas personales me han forzado a abandonar este deporte».
Miguel Ángel Rozas piensa que ya ha conseguido casi todo lo que estaba en sus manos en este deporte. Cabe recordar que fue campeón de España Absoluto, subcampeón de Europa, Internacional con la Selección Española de Aguas Abiertas y de Piscina. Asimismo, estuvo en el último Mundial de Natación, que se disputó en Barcelona.
El melillense piensa que no es un currículum que se pueda despreciar y decir que se va con un mal sabor de boca porque no ha conseguido nada, sino todo lo contrario. «Pienso que ya he tocado techo en este deporte y ahora me quiero dedicar a las cosas verdaderamente importantes de la vida, como son los estudios para, el día de mañana, poder tener un porvenir».
El nadador explicó que fueron varios los factores que influyeron en su retirada, pero el más importante es el relacionado con su familia. «Mi madre estuvo mala con cáncer, aunque, gracias a Dios, lo superó.» Está claro, que «viendo a mi madre cómo se consumía, me puse a pensar si algún día me faltase, ya que el deporte no me va a durar toda la vida». Rozas piensa que llegó la hora de preparar unas oposiciones, «de policía, de guardia civil o de lo que sea, siempre pensando en mi futuro». Principalmente, esos han sido los dos factores para que el nadador internacional español haya tomado la decisión de retirarse. El deportista es consciente de que «si un día se me acaba la natación o me lesiono, ¿qué voy a hacer?».
Cuestionado por si la lesión en el ojo que sufrió la temporada pasada, en Australia, habría podido influir para tomar esta decisión, dijo que no. «La lesión en el ojo me tuvo bastante limitado la temporada pasada, ya que se disputaron los clasificatorios para los Juegos Olímpicos y no pude asistir por falta de tiempo. Poco a poco, fui recuperando visión y dejó de ser un problema».
Miguel Ángel Rozas descarta que, en un futuro, su trabajo pueda estar relacionado con la natación, aunque, de momento, «espero desempeñar el trabajo de socorrista, este verano en Melilla, pero voy a ‘guardar el luto’ a mi deporte y no creo que vuelva a estar relacionado con la natación, ni siquiera como entrenador».
Respecto a su estancia en los dos últimos años en el C.N. Sabadell, manifestó que eso es el paraíso para cualquier nadador. «Allí somos todos internacionales, con unas instalaciones y unos entrenadores de primera, todo muy profesional». En cuanto al comportamiento del club catalán, cuando le comunicó la decisión de retirarse, Rozas no tuvo más que palabras de agradecimiento. «Ellos comprendieron mi postura ante la enfermedad de mi madre. Una vez recuperada me llamaron para ver cuáles eran mis pensamientos, contestándole que me disculparan, pero decidí dejarlo definitivamente, aunque siempre tendré la puerta abierta, porque soy un nadador del club», refiriéndose a las palabras que le dijo el presidente del C.N. Sabadell, Miquel Torres i Bernades: «Pasara lo que pasara siempre serás nadador del C.N. Sabadell y, si quisieras volver, siempre tendrás las puertas abiertas. Eso es digno de agradecer, el cariño y el respeto que me tiene a pesar del poco tiempo que llevo en el club».
FELICITACIÓN
A Rocío Cañada, “una amiga especial”, en su veinte cumpleaños
Miguel Ángel Rozas felicitó por su cumpleaños a Rocío Cañada, de quien dijo que es una persona muy importante para mí. “A pesar de que la conozco hace muy poco tiempo, me ha demostrado que es una buena persona. Ese tipo de gente es de las que hacen falta y uno agradece tener. Es una buena amiga, que se ha portado muy bien conmigo en estos difíciles momentos. El día de mi cumpleaños me montó una fiesta sorpresa sin que me diera cuenta. Tanto ella como su familia se han portado muy bien conmigo. Ahora quiero felicitarla en el día de su veinte cumpleaños, que es hoy, jueves. Es una persona muy especial para mí, y lo que ha hecho no se puede olvidar. Espero seguir siendo amigo suyo por muchos años, porque la quiero muchísimo».
