En la ciudad francesa de Marsella, la policía detuvo el viernes a un hombre que podría ser el presunto asesino de cuatro personas en el Museo Judío de Bruselas, el pasado 24 de mayo. Esta detención ha llevado a Bélgica a pedir a la Unión Europea una especial atención a los yihadistas que regresan de Siria.
El sospechoso es un francés, Mehdi Nemmouche, de 29 años. Se cree estuvo en Siria en 2013 al lado de grupos yihadistas. En su equipaje llevaba un fusil kalachnikov y un revólver, como los que fueron utilizados en el tiroteo de Bruselas. También una cámara y una gorra como las que llevaba el presunto asesino. Esta detención ha llevado a Bélgica a pedir a la Unión Europea una especial atención a los yihadistas que regresan de Siria. La guerra de Siria se ha convertido en un foco de inestabilidad para toda la región, pero también en una "escuela de prácticas" en la que se forman yihadistas que luego exportan el terrorismo a los países de donde partieron, o a otros. Muchos han muerto en atentados suicidas, pero una cifra nada despreciable, según han detectado los Servicios de Inteligencia occidentales, acumulan experiencia en las prácticas del terrorismo indiscriminado. Son un peligro creciente. El propio director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa, advertía de que aunque en España han transcurrido ya años sin atentados de corte yihadista, bajo ningún concepto hay que bajar la guardia. En lo que va de año, la Guardia Civil ha detenido en España a dos peligrosos yihadistas que precisamente acababan de retornar de Siria. El último de estos arrestos tuvo lugar el pasado 30 de abril en Almería, en un operativo que contó con la colaboración de la Policía francesa. Se trata de Abdelmalek Tanem, de nacionalidad francesa y argelina, que en Siria perpetró atentados como integrante de los grupos yihadistas Jabhat al Nusra y Estado Islámico de Iraq y Levante, ambos bajo la órbita de Al Qaeda. Antes, el pasado 5 de enero, la Benemérita capturó en Málaga al ceutí Abdeluahid Sadik Mohamed.
