Una mujer de cerca de treinta años falleció después de ir varias veces al médico, quejándose de sufrir severos dolores de cabeza. Su familia ha denunciado al doctor, que está acusado por un delito de homicidio presuntamente cometido por imprudencia profesional. La vista tendrá lugar la semana que viene y en ella se tratará de dilucidar si el profesional empleó todos los medios disponibles para diagnosticar la enfermedad y si ésta se podía predecir, entre otras cuestiones. Fuentes judiciales adelantaron a este diario que, durante el martes y el miércoles de la próxima semana, se juzgará en el Juzgado de lo Penal número 2 a un médico, al que se le acusa de ser el presunto autor de un delito de homicidio cometido por imprudencia profesional.
Según se expuso, una mujer de cerca de 30 años de edad falleció después de acudir en varias ocasiones al hospital, donde se quejó de estar sufriendo fuertes dolores de cabeza. La misma fuente relató que, tras la primera visita a Urgencias, la víctima regresó a su casa sin recibir ningún tratamiento y que sólo se le recetaron unas pastillas para calmar las jaquecas. Al ver que no disminuían estas molestias, regresó al centro médico, donde, a pesar de hacer hincapié en que no eran dolores normales, no se procedió a ingresarla. Esa misma noche, la mujer fallecía mientras dormía, siempre según la versión de la misma fuente. Según se apuntó como causa de la muerte, la paciente sufrió “una especie de malformación en la cabeza” que no llegó a ser diagnosticada por el profesional.
Durante los días 13 y 14 de junio se tratará de dilucidar en la sala del Juzgado de lo Penal número 2 si el médico que atendió a la paciente podría haber predicho la causa de la dolencia, si empleó todos los medios disponibles para conocer la causa de la molestia, o si el centro hospitalario contaba con los recursos necesarios para atender adecuadamente y diagnosticar la enfermedad, entre otras cuestiones.
Pero este no es el único caso por el que se va a juzgar a un especialista de la salud en los juzgados de Melilla. Según confirmaron más fuentes judiciales, existen otros dos casos en los que se acusan a médicos por ser los presuntos autores de delitos cometidos por imprudencia profesional.
En uno de ellos, la perjudicada es una mujer que perdió su útero después de ser atendida en Urgencias. El segundo caso es el de un señor de sesenta años que, después de acudir en varias ocasiones al hospital por dolores en el pecho y en la cabeza, falleció en su casa sin que supuestamente se le diera un tratamiento especial.
