El pasado septiembre el melillense Ricardo Hernández regresaba a la ciudad para visitar la tumba de su abuela paterna en el cementerio cristiano de la Purísima Concepción, cuando se encontró con que el sepulcro en el que debería estar su familiar y que habían comprado en propiedad en los años 50, lo ocupaba otro difunto. Aunque ha recuperado la titularidad del sepulcro, busca ponerse en contacto con los familiares, si los hubiere, de la persona que ocupa esta tumba, para intentar aclarar lo ocurrido. Según relata Ricardo Hernández, en septiembre del pasado año 2014 viajó desde la Península a Melilla, ciudad en la que nació para, entre otras cuestiones, visitar la tumba de su abuela paterna para llevarle unas flores. Como no recordaba el lugar en el que se encontraba la tumba, acudió a la oficina del camposanto cristiano donde se le indicó el lugar exacto tal cual consta en el libro de registros de enterramientos.
Sepultura
Así que se encaminó al lugar en el que su abuela paterna, María Luisa Dorado Rodero había recibido cristiana sepultura el 12 de mayo de 1954. La tumba además había sido adquirida en propiedad por su hija, Luisa Hernández Dorado, el 21 de febrero de 1955. Sin embargo, "para mi sorpresa descubrí que en su lugar habían enterrado a otra persona desconocida: Manuel Sánchez González, natural de Alhucemas, que falleció a los 71 años en la calle Coronel Seguí, 12". La lápida además incluye un mensaje de recuerdo de la viuda, Teresa López López.
El sorprendido melillense, inició los trámites para solicitar inmediatamente el cambio de propiedad de la tumba familiar a su nombre, como heredero, cosa que obtuvo tres meses más tarde, el 17 diciembre de 2014. Aunque ha recuperado la titularidad, lo que nadie ha sabido explicarle es qué ocurrió con los restos de su abuela. "Después de tantos años, y ya prescrito el delito tipificado en el Código Penal art.526, no busco responsables sino algún familiar de estas personas que pueda aclarar mis dudas sobre lo que ocurrió. En mi ánimo solamente está el restituir la memoria de mi abuela y la de su hija, mi tía, que adquirió la tumba en propiedad para su madre", señala.
Por ese motivo Ricardo Hernández se dirige a este Diario para pedir que se cuente su historia al objeto de poder localizar a algún familiar de Manuel Sánchez González o su esposa Teresa López López con la que poder hablar y descubrir qué ocurrió. Cualquier persona que pueda arrojar algo de luz sobre este particular, puede ponerse en contacto con él a través del correo [email protected].