Los funcionarios del centro penitenciario de Melilla acudirán esta semana al Banco de Sangre donde realizar una donación con ocasión de la campaña nacional que ha organizado el sindicato Acaip y que tiene un doble objetivo: realizar un acto solidario y denunciar las agresiones que sufren estos empleados en el desempeño de su trabajo. La falta de personal y de recursos están a punto de provocar "el colapso del sistema", según Rubén Cuende, del sindicato en Melilla, que denuncia que el hecho de que los funcionarios de prisiones no tengan la consideración de autoridad hace que "las agresiones les salgan gratis" a los internos. Un primer grupo de funcionarios y afiliados a Acaip acudió ayer al Banco de Sangre para donar. Según explicó el enlace sindical Rubén Cuende, con este acto solidario "queremos dar a conocer la situación actual de instituciones penitenciarias". Este acto forma parte de la campaña nacional incluida en el calendario de movilizaciones que inició el sindicato en mayo para exponer los problemas que padecen. "Queremos llegar a 360 donaciones, que fueron las agresiones a funcionarios del año pasado, pero ya hemos superado la cifra", dijo.
Expuso, dentro de los problemas que padecen, que a nivel nacional, en los últimos cuatro años "se ha perdido un 20% de plantilla, por lo que se necesitan 3.500 funcionarios".
Temen que se produzca una privatización de instituciones penitenciarias al no llevarse a cabo los relevos que se precisan y porque esto ya es una realidad, indican, en lo que se refiere a la vigilancia exterior de las cárceles, que se ha adjudicado a empresas de vigilancia.
El sindicato a nivel nacional exige la dimisión de Ángel Yuste, secretario general de Instituciones Penitenciarias y su equipo, porque consideran que no se están aportando soluciones: "no hacen nada y el sistema penitenciario va hacia el colapso".
Agresiones
Asimismo denuncian que no se les quiera incluir en el protocolo de agresiones de la Administración General del Estado "para no mancillar sus estadísticas", pero el hecho de que estos trabajadores no tengan la consideración de autoridad en su puesto de trabajo provoca que "las agresiones a los internos les salgan gratis". Es más, indicó que la población reclusa se ha reducido en un 11% pero las agresiones han aumentado un 15%, "por lo que hay que invertir en capital humano".
En Melilla, entre los años 2011 y 2016 se registraron 14 agresiones a personal del centro penitenciario. Uno de los dos agredidos el pasado año "tendrá que volver a ser operado y seguro que se queda una invalidez", expuso Rubén Cuende. En este 2017 ya se ha registrado una agresión.
Las movilizaciones auspiciadas por Acaip continuarán a nivel nacional hasta el mes de noviembre, momento el que se llevará a cabo una macro concentración de funcionarios de prisiones en Madrid.
La situación de la cárcel melillense
También expuso el sindicalista que el la situación del centro penitenciario melillense es similar a la del resto de prisiones del país. "Falta personal. Tenemos a dos funcionarios por módulo de cien internos, lo que es inviable. No se puede garantizar ni nuestra seguridad ni la de los internos. En estos momentos la población reclusa melillense es de 350 internos y la relación de puestos de trabajo es de 180 trabajadores, con una media de edad de 50 años y la mayoría no está en contacto con los internos. En Melilla precisamos de unos 25 trabajadores más". Afirmó el sindicalista que ese refuerzo de plantilla se hace necesario para pode cumplir el objetivo de reinserción que se busca con el internamiento de los reclusos.
